El turismo accesible es, según una de las definiciones más recientes, aquel que garantiza productos y servicios a los que pueden acceder todas las personas, independientemente de sus limitaciones físicas, su discapacidad o su edad.
La lucha por conseguir que los destinos se adapten a las necesidades de este tipo de turismo ha estado tradicionalmente ligada a la economía social, especialmente, aunque no de manera exclusiva, a aquellas entidades que asocian y representan a las personas con discapacidad. Uno de los mejores ejemplos, por su dimensión e influencia, es el de la ONCE, que organiza cada tres años el Congreso Internacional de Turismo para Todos para analizar el estado y las posibilidades de mejora del sector, y que, además, cuenta con veintidós hoteles totalmente accesibles dentro del grupo Ilunion, aunque ninguno aún en Canarias.
No obstante, las Islas no son, ni mucho menos, un destino ajeno al turismo accesible. Más bien todo lo contrario. Tenerife es el segundo destino mundial más visitadopor personas con movilidad reducida, sólo superado por Florida. El municipio de Arona ha obtenido varios reconocimientos por este motivo y el año pasado recibió incluso una mención especial en la quinta edición del Premio Europeo de Ciudades Accesibles.
Precisamente en Arona tiene su sede Sol Access Service, una agencia de viajes especializada en turismo accesible y que opera en todo el territorio nacional. La empresa ofrece un servicio integral a las personas con movilidad reducida. Una de las dos personas que gestionan al alimón Sol Access, Isabel Calvo, explica que, aunque también son agencia minorista, la mayoría desus clientes son otras agencias especializadas y colectivos de personas con discapacidad del resto de Europa, desde Francia hasta Finlandia: asociaciones de esclerosis múltiple, de parálisis cerebral, etc.
Atención completa
“En el momento en que los clientes ponen el pie en territorio español”, comenta Calvo, “nos hacemos cargo de ellos; los recogemos en el aeropuerto en vehículos adaptados, los llevamos al alojamiento, que previamente hemos visitado y chequeado para comprobar que es apto, y les ponemos a su disposición la asistencia técnica que precisen: un auxiliar que les ayude a levantarse o a ducharse, una grúa para la piscina, una cama eléctrica para la habitación, una silla de ducha… Durante la estancia, si los clientes quieren, les llevamos a comer a restaurantes que estén preparados y les ofrecemos excursiones y atracciones”.
La responsable de Sol Access Service subraya que el principal motivo por el que estas personas vienen a nuestro país, y, en concreto, a Canarias, es “porque tenemos un clima benévolo comparado con sus países, sobre todo en invierno, y para ellos el buen tiempo es vida”. En relación a las condiciones de accesibilidad del destino, señala que en el sur de Tenerife, sobre todo en Las Américas y Los Cristianos, son buenas, ya que, entre otras cosas, las infraestructuras públicas están muy bien preparadas. En este sentido, afirma que “en Arona se ha hecho una apuesta muy fuerte por este tipo de turismo, lo que le ha permitido estar muy por delante de otros destinos en los que los políticos no se han involucrado tanto”.
Para Isabel Calvo, que, al igual que su compañero, tenía ya muchos años de experiencia en el turismo accesible antes de crear Sol Access, este “es un segmento que tiene futuro, pero hayque hacer las cosas bien: dar muy buen servicio, ser muy eficientes y estar siempre pendientes del cliente y de sus necesidades”. No se puede a su juicio, pretender llegar y facturar enseguida millones. “Este no es un negocio para hacerte rico, tiene mucho peso la sensibilidad social y hay que trabajar mucho”.
Senderismo con ‘joëlette’
El turismo accesible es en ocasiones una lucha contra los límites. Una muestra de éxito en esa lucha es Montaña Para Todos, una asociación tinerfeña sin ánimo de lucro que organiza actividades de ocio y senderismo en la naturaleza para personas con movilidad reducida. Su herramienta es la joëlette, una silla de ruedas especial con una sola rueda, situada debajo del asiento, que permite maniobrar por cualquier sendero con la ayuda de dos pilotos, uno delante y otro detrás.
Montaña Para Todos desarrolla, por un lado, una actividad regular gratuita con personas con discapacidad,con una agenda anual, y, por otro, servicios especiales para turistas nacionales o extranjeros que se contratan bajo demanda. El fin, en todo caso, es el mismo: conseguir que las personas con movilidad reducida puedan disfrutar de los montes de las Islas como cualquier otra persona.
Desde su puesta en marcha, la asociación no ha parado de trabajar. Hoy, reciben llamadas de colectivos de toda España para pedirles sillas y cursos para pilotos, lo que coincide con uno de sus objetivos: formar al mayor número posible de personas en el manejo de la joëlette para ampliar las posibilidades de disfrute en la naturaleza de las personas con discapacidad.
De recorrer el mundo en silla de ruedas también sabe mucho Miguel Nonay, quien hace unas semanas estuvo en Tenerife narrando su experiencia como bloguero especializado en turismo accesible. Lleva adelante dos bitácoras: A salto de mata, más personal, y Viajeros Sin Límite, que es un proyecto colectivo. Desde 2012 se ha profesionalizado divulgando sus viajes y escribiendo recomendaciones que son muy apreciadas por otros viajeros con movilidad reducida.