Turismo y economía social, una relación con futuro

Cándido Román, codirector del curso de Economía Social y del Bien Común de la ULL Javier González Expósito, de la Asociación Desaplatánate Un momento de la intervención de Rolf Fuchs, presidente de APIT
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[sws_grey_box box_size=”100″] Suplemento PDF: Turismo y Economía Social II [/sws_grey_box]

El Salón de Grados de la Facultad de Economía Empresa y Turismo de la Universidad de La Laguna acogió la pasada semana una jornada sobre oportunidades de negocio en el sector turístico ligadas a la economía social, organizada por la Asociación Rayuela en colaboración con la propia universidad. El acto, que forma parte de un proyecto financiado por el Servicio Canario de Empleo y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, contó con la presencia de expertos en economía social y representantes de diferentes entidades relacionadas con el sector turístico.

Cándido Román (ULL)

El primero en intervenir fue Cándido Román Cervantes, codirector del Curso de Economía Social y del Bien Común de la ULL y miembro del Foro de Economía Social de Canarias (Foesca), quien expuso los motivos por los que las cooperativas y otras iniciativas de economía social son un modelo rentable y atractivo. A su juicio, tienen mucho que ver en ello algunos de los principios en los que se asientan: ayuda mutua; implicación de los trabajadores en la empresa (dado que son sus dueños); democracia interna, etc. En particular, puso el acento sobre un concepto que considera fundamental, el de puertas abiertas u open-book, que permite a cualquier miembro de una cooperativa acceder cuando desee a los libros de cuentas o a la información que precise.

Román lamentó la confusión que existe en torno al cooperativismo: “el mundo cooperativo lo tenemos estructurado en el inconsciente y, por tanto, dependiendo de dónde hayamos nacido y de nuestra experiencia, tenemos una idea diferente”. Así, un argentino o un irlandés relacionaría las cooperativas con el sector de los productos lácteos; un vasco, con actividades industriales avanzadas; un estadounidense, con hospitales y farmacias; y un canario, con los plátanos. En su opinión, esta imagen fragmentada y encasillada de lo que es una empresa cooperativa perjudica a la idea general que se tiene sobre su funcionamiento. En este sentido, quiso dejar claro que las cooperativas y otras entidades de economía social abarcan “todo tipo de actividades, servicios y sectores productivos”.

Para ilustrar esta diversidad, citó algunas de las diferentes clases de cooperativas que existen: de consumo, de producción, de trabajo asociado, de usuarios múltiples… Se detuvo en las cooperativas locales comunitarias, debido a su elevado potencial turístico. Generalmente, explicó, están ubicadas en poblaciones pequeñas, muchas veces en un entorno rural, y, por tanto, con un paisaje pintoresco, y se caracterizan porque participan en ellas todos los miembros de la localidad. “Fundamentalmente buscan potenciar un turismo especializado que esté lo suficientemente concienciado como para valorar, además de los atractivos del entorno, esa forma de organizarse, esa manera de funcionar de manera comunitaria”. Señaló que, en Irlanda, muchas de estas experiencias han conseguido fijar la población e incluso atraer familias urbanas. “Es un modelo interesante que aquí en Tenerife y en Canarias podríamos contemplar”, sostuvo.

Román y otros investigadores realizaron hace unos años un estudio en el que analizaban el comportamiento de las cooperativas en España entre 1942 y 2002 y lo comparaban con las empresas mercantiles. El resultado, aseguró, confirmó lo que se intuía: en momentos de caída de los ingresos y de elevado desempleo, las cooperativas tiran con fuerza de la economía y crecen mucho más que las sociedades mercantiles. Otros estudios han llegado a la misma conclusión. Román lo achaca a la resiliencia, es decir, a la capacidad de adaptación. En su opinión, esa virtud se las da el hecho de que los propios trabajadores son los propietarios, lo que les permite autoorganizarse y ser flexibles en las condiciones laborales: “si tienen que reducirse dos horas de trabajo o hacer un ajuste salarial, lo hacen, pero atendiendo no solo a cuestiones meramente monetarias, sino también a circunstancias personales y familiares”. En este aspecto, destacó la importancia de los “lazos afectivos”, que “pesan significativamente en el proyecto empresarial”.

Para finalizar, sostuvo que “hay que reivindicar la función de las cooperativas como instituciones alternativas orientadas a las necesidades de los miembros y a la difusión de determinados valores morales: democracia, igualdad, solidaridad y responsabilidad social.

José Luis Figueroa (Asociación Domitila Hernández)

El sociólogo José Luis Figueroa, coordinador de la Asociación Domitila Hernández y experto en el desarrollo de proyectos de economía social, contó su experiencia a principios de los años noventa en la puesta en marcha del primer programa europeo Leader en Tenerife, cuyo objetivo era dinamizar económica y turísticamente las zonas rurales de Arico y Tacoronte-Acentejo, y expuso cómo esa experiencia, con sus aciertos y errores, puede servir hoy de referencia para desarrollar iniciativas sociales enfocadas al turismo en el ámbito rural.
Figueroa se centró en Tacoronte-Acentejo y explicó que lo que se pretendía era articular la comarca promoviendo experiencias asociativas, entre las que estaba el mercadillo del agricultor, el consejo regulador de los vinos, la sociedad Viñanorte, cooperativas diversas y grupos de casas rurales, bodegas y restaurantes. El fin era crear un grupo de servicios rurales alrededor de la marca Tacoronte-Acentejo que lograra producir empleo, atraer turismo y repartir riqueza. En su opinión, el principal fracaso del proyecto radicó precisamente en que se consiguieron crear muchas empresas sociales, pero no conformar un asociacionismo “lo suficientemente poderoso como para comercializarlas conjuntamente a través de una entidad que lo vendiera todo”. Veinte años después, muchas de esas iniciativas continúan en activo, aunque algunas, según Figueroa, con un espíritu y un modo de funcionamiento muy diferente. El problema, a su juicio, es que “se han utilizado políticamente y han pasado de ser economía social a ser economía corporativa”, debido sobre todo a la “preeminencia del Cabildo sobre las actividades económicas”. En cualquier caso, el presidente de la asociación Domitila Hernández recalcó que lo que le interesa ahora es ver “a dónde vamos”. En este sentido, subrayó la importancia de aprovechar los fondos europeos que se están forjando para los cuatro próximos años, en particular la nueva convocatoria del programa Leader, con el fin de articular desde la sociedad una estrategia para el desarrollo rural en torno al turismo.

Animó a fijarse en la corporación vasca Mondragón, referencia mundial del cooperativismo, que ha creado un centro de I+D dedicado a uno de los mayores atractivos de la región para sus visitantes: la cocina. Según Figueroa, “en Canarias tenemos que armar algún tipo de organización que agrupe a la gente del turismo y que ponga las inteligencias de los universitarios, en las que los ciudadanos hemos invertido mucho dinero, a trabajar en lo que se han formado; si no, ese capital es capital muerto”.

Para crear proyectos sociales capaces de atraer turistas al mundo rural abogó por incidir en tres aspectos: la planificación, la dimensión y el liderazgo. Bajo su punto de vista, es fundamental crear una estrategia conjunta. “Si no planificamos lo que queremos hacer, haremos alguna cosa, pero nada parecido a lo que queríamos”, sostuvo. Sobre la dimensión, señaló que es una de las principales carencias de los proyectos empresariales en las Islas, tanto por limitaciones físicas como de mentalidad, y recordó unas palabras del fundador de Mondragón: “cuando una cooperativa está sola se vuelve egoísta y se puede morir”. Por eso, insistió, hay que asociarse y crecer en tamaño empresarial. En cuanto al liderazgo, insistió en la necesidad de contar con gente capaz de impulsar los proyectos y de llegar a acuerdos con otros actores para optimizar costes y beneficios.

Rolf Fuchs (APIT)

El presidente de la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Tenerife (APIT), Rolf Fuchs, habló de la labor de su colectivo y de la relevancia que tiene en un destino como el nuestro. “Un 33,2% de la gente de la isla trabaja en el turismo y otro 50% depende indirectamente del sector”, señaló, “y nosotros somos la cara visible de Tenerife para los que nos visitan, representamos a la isla”.
Tras constituirse la asociación, Fuchs se dio cuenta de lo importante que era contar con un colectivo fuerte que representara a todos los guías, sobre todo después de una reunión con un cargo político del Gobierno de Canarias en la que éste le preguntó “cuántos votos” le llevaba. No obstante, señaló que el ser una entidad sin ánimo de lucro les impone ciertas limitaciones económicas, así que decidieron montar una empresa. En cualquier caso, recalcó que la asociación es necesaria y que es muy importante mantenerla, ya que necesitan representación ante el gobierno y ante la Unión Europea.
Según Fuchs, el colectivo de guías de turismo de Canarias está formado aproximadamente por 160 personas, a pesar de que hay más personas que tienen la habilitación. En su opinión, las perspectivas son buenas para ellos, ya que los turistas siguen queriendo “vivir experiencias y conocer la cultura del lugar”. El mayor problema para el futuro, indicó, es la falta de gente joven con formación en idiomas que se incorpore al sector.

José Javier González Guzmán (ReDisain)

José Javier González Guzmán, arquitecto y director de la empresa de diseño sostenible ReDisain, se refirió al proyecto Forma Emplea, que dirigió en 2014 con el fin de formar a cuarenta jóvenes como dinamizadores turísticos y culturales. La iniciativa, impulsada por la entidad de economía social Actúa, se centró en jóvenes en exclusión social, o en riesgo de padecerla, con escaso nivel formativo y sin experiencia laboral. Explicó que el objetivo principal era favorecer la inclusión social de estos jóvenes a través del empleo, haciendo hincapié en la formación en turismo sostenible, mientras que el objetivo secundario era crear redes y sinergias con empresas ligadas al turismo.
En relación con las posibilidades que ofrece el sector turístico a la economía social, el director de ReDisain se mostró convencido de que hay mucho potencial, sobre todo en los proyectos de turismo sostenible. “No tenemos más que fijarnos en cómo viven en sus países de origen los turistas que nos visitan”, señaló. “Los alemanes, por ejemplo, están acostumbrados a todo tipo de iniciativas ligadas a la sostenibilidad”. Bajo su punto de vista, cuando vienen a Canarias buscan mucho más que sol y playa. “En general, son conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente,; lo que hay que hacer es aprovechar eso para construir un mercado turístico alternativo basado en la economía social”, sostuvo.

González Guzmán, apuntó que su empresa, ReDisain, está ligada al turismo precisamente por esa razón, porque muchos de sus clientes “son personas que tienen necesidad de seguir con esas costumbres”. ReDisain trabaja el “diseño sostenible, de calidad, artesanal, con conciencia ecológica y reciclado”, según su director, una oportunidad empresarial a explotar para iniciativas con valores sociales.

Javier González Expósito (Desaplatánate)

La asociación Desaplatánate es una organización sin ánimo de lucro cuyo fin es “crear una alternativa al modelo turístico y de ocio social y sostenible en Canarias”. Su presidente, Javier González Expósito licenciado en Ciencias Ambientales y guía oficial de turismo, sostuvo durante la jornada que no se puede llegar a ese objetivo sin antes crear “una dinamización y un desarrollo comunitario”.
Con 13 millones de turistas anuales y un mercado turístico que ingresa 12.500 millones de euros al año, no ve normal que haya un 30% de desempleados.

“Los beneficios del turismo no están bien repartidos en Canarias: ocho operadores controlan alrededor del 70% del mercado y el gasto en origen supone dos tercios del total”, recordó. A su juicio, hay que cambiar el modelo, porque, más allá de la cuestión económica, el turismo de masas produce “afecciones a la cultura y al paisaje, pérdida de biodiversidad, merma de los recursos naturales y presión sobre el territorio”. Por ello, se mostró partidario de impulsar la sostenibilidad a partir de la definición que da la OMT, que no solo alude al aspecto medioambiental, sino “también al respeto por la cultura e identidad de los pueblos, a la mejora de la economía local y del empleo, y a la integración de la sociedad”.

En cuanto a los pasos de Desaplatánate para avanzar hacia su objetivo, indicó que continuamente están organizando actividades de voluntariado, rutas para descubrir la isla y acciones de formación, siempre con la idea de juntar gente de distintas procedencias y concienciarlos de la necesidad de apostar por un turismo social y sostenible. “Tenemos la generación más formada de la historia de Canarias y debemos asumir la responsabilidad de intentar generar un cambio en el modelo turístico”, concluyó.

Santa Puce (Movilidad ULL)

Santa Puce, técnica de movilidad de la ULL, cerró la jornada presentando STARS (Sustainable Tourism Agents in Rural Societies), una iniciativa liderada por la Fundación General de la Universidad mediante la cual cuatro jóvenes viajaran becados durante cinco meses a Chile, las islas Salomón, Sri Lanka o Bali (Indonesia) para formarse y colaborar en un proyecto de creación y recuperación de senderos turísticos.

Puce explicó que estas cuatro personas, que han de tener entre 18 y 30 años, van a apoyar a grupos de jóvenes que en esos cuatro países están trabajando en la mejora de los senderos. Entre los socios del proyecto, explicó, “hay quien lleva veinte años impulsando el turismo sostenible y otros que acaban de empezar”. Las ayudas para la estancia forman parte de las acciones del Servicio Voluntario Europeo (SVE) y del programa comunitario Erasmus+.

Próximas jornadas

Esta jornada sobre oportunidades de negocio en el sector turístico ligadas a la economía social tendrá continuidad este martes, 17 noviembre, en la Universidad Europea de Canarias (La Orotava), y el jueves, día 19, en el Centro de Desarrollo Turístico Costa Adeje, cumpliendo así el objetivo de cubrir las tres principales zonas turísticas de la Isla.