A Fernando Clavijo le han venido como anillo al dedo las cinco sentencias del Tribunal Supremo sobre la Ley de Medidas Urgentes en Materia de Ordenación de 2009, que fue apoyada entonces por CC y el PP en el Parlamento. Ayer, en la sesión de control, el presidente del Gobierno de Canarias disintió del portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, en la interpretación de los efectos jurídicos y prácticos del hecho de que el Supremo reconozca el derecho de Lopesan a reclamar la desclasificación de unas parcelas turísticas en Gran Canaria y Fuerteventura cuyo desarrollo lo frenó la moratoria.
Mientras Rodríguez teme que se abra una “vía peligrosa”, Clavijo niega que esa decisión condene a la Comunidad Autónoma al pago de indemnizaciones. Al contrario, el jefe del Ejecutivo cree que refrenda su teoría de que es necesario acometer un cambio normativo en torno al turismo y el territorio que propicie “seguridad jurídica y tranquilidad”. Sin consumir más suelo, puntualizó Clavijo.
“Claridad, agilidad y seguridad”, resaltó el mandatario ante la insistencia de Rodríguez en “minimizar los riesgos” de demandas en cascada y tendió la mano para ayudar a evitar que se aplique la “barra libre”, un gesto que le agradeció Clavijo. Los grupos Nacionalista y Socialista “tratan de atajar esta situación con la enmienda 365 a los presupuestos de 2016”, observó días atrás el líder de NC.
En el último pleno previo a las elecciones generales del 20 de diciembre, el PSOE enseñó a Clavijo su propia “agenda fiscal” al preguntar Dolores Corujo sobre la bonificación en el impuesto de sociedades a las empresas que incluyen complementos de productividad en las nóminas. La diputada le metió prisa para que presione al Consejo de Ministros. El presidente contestó que el reglamento de la parte fiscal del REF ya ha sido aprobado y lo fió al próximo Ejecutivo nacional.
También se habló de política de empleo. Noemí Santana colocó a Clavijo como profesor eventual de Económicas. “Es elemental”, espetó el dirigente a la representante de Podemos cuando, delante de toda la clase, le explicó la diferencia entre “desempleo” (“los que han perdido el trabajo”) y “paro” (las personas que “se apuntan por la mejora de las perspectivas de crecimiento”). En el rifirrafe, Clavijo ironizó con su “preocupación” por la curiosa circunstancia de que, según él, Podemos y el PP coincidan “un montón”. Santana no se jubiló y siguió apretando tuercas: “No hace falta ser un premio Nobel para darse cuenta que en Canarias las cosas no van bien. Con esa política, va a hacer bueno a Paulino Rivero”.