superconfidencial

Datos sospechosos

1. Es curioso cómo se tienen que sentir algunos empresarios tinerfeños perseguidos con saña por denunciantes muy extraños. Me fijo de nuevo en las denuncias contra las excavaciones en Güímar. Resulta que el Ayuntamiento se suma a esa acusación cuando el Consistorio pidió permiso a Minas para excavar todo el término municipal, en beneficio de la municipalidad. Minas se lo negó. Se va a juzgar a unos empresarios, metiéndolos a todos en el mismo saco -y he aquí la primera injusticia-, en vez de seguir cinco procedimientos diferentes. Se les piden años de cárcel por una actividad que el propio Ayuntamiento quiso llevar a cabo por su cuenta. Por muy implacable que quiera ser la Fiscalía de Medio Ambiente, el ministerio público debe velar por la garantía de los imputados. ¿Por qué todos metidos en el mismo procedimiento? Algunos tenían permiso de Minas, habían firmado un convenio con el Ayuntamiento y lo único que faltaba era un papel formal de la licencia. El propio Consistorio se aprovechaba de ese convenio para obtener áridos de las canteras ahora clausuradas para obras públicas. Y, además, clausurándolas, no permite que los ahora imputados las rellenen como estaba previsto en el convenio. ¿Por qué el Ayuntamiento es acusador y no acusado? Tuvo que ser el Tribunal Supremo el que anulara el impuesto especial que Güímar quiso cobrar a quienes explotaban las canteras y aun así el Ayuntamiento recaudó muchos millones (de pesetas).

2. Cada vez me llegan más datos de los despropósitos que se cometen en este procedimiento judicial, cuya vista va a comenzar en las primeras semanas del año que viene. Parece un asunto lleno de contradicciones. Manejo unos datos que me hacen pensar que el empresario nunca está seguro y que esta es una tierra de envidiosos y pantallitas insuperable.

3. Gracias a los áridos de Güímar se construyó la Isla para el turismo. Las canteras fueron beneficiosas e inevitables. ¿De dónde si no iban a traerse los áridos y a qué precio? Si hubo daños ecológicos, el propio convenio entre los extractores y el municipio establece los mecanismos de reparación de esos daños. Pero si las canteras están clausuradas se hace imposible. Entonces, ¿cómo se come esto?