SUCESOS

Detectados 22 conductores que circulaban por la capital tinerfeña bajo los efectos del alcohol

La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, dentro de la campaña realizada por la Dirección General de Tráfico (DGT), detectó entre los días 14 y 20 de diciembre a 22 conductores que circulaban en el municipio bajo los efectos del alcohol.

El desarrollo de esta iniciativa supuso la realización de controles en diversos horarios y lugares de toda la capital, sumando un total de 307 vehículos controlados.

La actividad, de carácter preventivo, también implicaba la realización de controles para detectar el consumo de sustancias estupefacientes entre los conductores, con el resultado de que 15 personas, un 32,6 por ciento de las pruebas practicadas, dieron positivo en drogas.

Del análisis de los datos de esta campaña, realizada por el servicio de Atestados de la Policía Local capitalina, se extrae que un 8,4 por ciento de los conductores controlados circulaba tras haber consumido bebidas alcohólicas.

De esas 22 personas que fueron sancionadas en este apartado en cinco casos, debido a que la tasa de alcoholemia detectada superaba los límites permitidos, se les imputó un delito contra la Seguridad Vial. A los otros 17 conductores que dieron positivo en alcohol se les sancionó administrativamente.

De hecho la penalización por estas alcoholemias puede suponer multas que oscilan entre los 500 y los 1.000 euros, además de la pérdida de entre cuatro o cinco puntos del carné dependiendo de la tasa de alcohol.

En cuanto a los positivos por drogas, la quincena de conductores sorprendidos en esta situación se enfrenta a la pérdida de seis puntos del permiso de conducción y una multa de 1.000 euros.

También en estos controles se detectaron otro tipo de infracciones relacionadas con la documentación de los conductores y los vehículos controlados.

De especial interés ha sido el hecho de que 16 vehículos, un 5,2 por ciento del total, circulaba sin tener en vigor la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Además, otros seis coches no disponían del Seguro Obligatorio de Automotores (SOA) y cuatro conductores tenía caducado su carné de conducir.