CULTURA

“Detrás de toda historia hay un relato personal”

JOSÉ LUIS CÁMARA ENTREVISTA
José Luis Cámara, periodista y escritor. Acaba de publicar ‘La noche más larga en la isla esmeralda’. / DA

Periodista de la sección de Sociedad de este periódico, José Luis Cámara (Córdoba, 1977) se estrenó como escritor hace tres años con Rumbo a un sueño, resultado de un intenso viaje alrededor del mundo. Ahora presenta La noche más larga en la isla esmeralda (Éride Ediciones), su primera incursión en el género de ficción.

-¿Con qué se va a encontrar el lector en esta novela?

“Se trata de una historia ambientada en la Irlanda actual, un país que siempre llevará en la memoria las heridas del pasado. El libro hace un recorrido por las dos irlandas, la del Norte y la del Sur, que son muy diferentes, y sirven como escenario de una historia de amor, donde además aparecen elementos indisolubles de la idiosincrasia irlandesa, como es el fenómeno del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Creo que la novela puede ser una buena forma de acercarse a Irlanda y descubrirla, sobre todo para aquellos que no hayan estado nunca en el país”.

-La narración está planteada en primera persona: un joven redactor de prensa local. ¿Hay algo de autobiográfico?

“Más que autobiográfica, me he permitido la licencia de dar forma en el libro a algunos deseos y reflexiones personales, porque creo que detrás de toda historia hay un relato personal, de alguna u otra forma. Además, me resultaba más fácil coger cosas prestadas de mi propia vida y mi manera de ver las cosas que inventármelas”.

-Un país en el que no reside, Irlanda, y un conflicto con muchas aristas, como el protagonizado por el imperio británico y el IRA, forman parte de la trama. ¿Qué le ha costado más, la tarea de documentación o ponerse delante de la hoja en blanco?

“Esta novela es el resultado de muchos años de trabajo, interrumpidos en varias ocasiones por otros proyectos y situaciones. Tenía claro que debía situar el libro en un contexto real, porque quería que la historia fuera lo más creíble posible. Por eso, tardé mucho tiempo en recopilar información y documentarme sobre el país, tanto a nivel geográfico y cultural como desde el punto de vista histórico y político. A partir de ahí, todo fue mucho más fácil”.

-¿Transmitir emociones al lector es el gran reto, o hay algo más?

“Escribir para un público que no conoces, ya sea en un periódico o en un libro, siempre es un reto. Cuando empecé en el mundo del periodismo, hace ya casi 16 años, me parecía increíble que cosas que yo contaba pudieran interesarle a tanta gente, y eso es algo que todavía hoy me sigue llamando mucho la atención. Por eso, siempre trato de contar las cosas como a mi me gustaría que me las contaran, y en el caso de la novela, mucho más. No creo que ningún escritor escriba simplemente pensando en el mero placer de escribir, porque todos queremos que nos lean y que nuestro libro se venda. Yo al menos le mentiría si le digo lo contrario; pero es verdad que, personalmente, ver que la novela está en una librería o que alguien al que no conozco de nada puede llegar a leerla y gustarle, después de todo el trabajo realizado, es mi principal satisfacción”.

-¿Existe algún punto en común entre este libro y su anterior publicación, Rumbo a un sueño?

“Quizá es una obviedad, pero tienen en común que los dos están hechos por mi, que son como mis dos hijos. Las estructuras no tienen nada que ver, porque uno es un cuaderno de viaje y el otro es una novela con un cariz más histórico. Pero los dos están escritos muy a mi manera, de una forma muy personal. Desde fuera, quizá no se entiende, pero ambos transmiten mi forma de ver las cosas y de expresarme, como lo hacen mis artículos del periódico. Además, los viajes, los sueños y mi profesión aparecen reflejados en ambos libros”.

-Frente a su condición de periodista especializado en temas sociales, ¿qué le aporta la escritura de ficción?

“Supone una forma de cambiar el chip diario, aunque también es una especie de desahogo. Muchos de los temas sobre los que escribo en el periódico reflejan situaciones duras de personas con nombres y apellidos. La ficción te permite escapar por un rato de todo eso y moldear a tu antojo las vidas y los personajes”.

– ¿Cuál es tu método para escribir? ¿Cómo se supera la falta de inspiración?

“En mi caso, más que falta de inspiración, yo diría que es falta de tiempo. Mi profesión hace que la mayor parte de mi tiempo lo pase escribiendo, y al final uno acaba psicológicamente cansado. De momento, no puedo dedicarme exclusivamente a escribir libros, y quizá tampoco podría. De hecho, siempre que he escrito cosas o he trabajado en proyectos distintos a mi profesión, ha sido quitándome horas de descanso o de sueño. Es verdad que, aunque en ocasiones he tenido ideas, he sentido cierto bloqueo al sentarme delante del ordenador, pero no ha sido por falta de inspiración, sino porque mi cabeza estaba pensando las obligaciones que tenía que cumplir ese día”.

-¿Estudió Periodismo porque le gustaba la profesión o escribir?

“Ambas cosas. Desde pequeño escuchaba mucho la radio y leía periódicos, sobre todo los deportivos, porque mi padre siempre ha sido una persona a la que gustaba estar bien informado. De hecho, a veces creo que soy como una prolongación suya, porque me hice periodista porque él no lo hizo. Y siempre he estado escribiendo, desde pequeñas redacciones o historias breves a poemas. No sé si es verdad eso de que en todo periodista hay un escritor, pero en mi caso sí que se cumple”.

-¿Qué escritor han influenciado en su literatura?

“No tengo un escritor fetiche, como tampoco tengo un género o un tipo de novela preferida. Me gusta leer, especialmente periódicos, y no me importa que estén fuera de fecha o que sean de hace semanas. De todo lo que leo trato de recoger ideas, ya sea para convertirlas luego en informaciones mías o en futuros proyectos literarios”.

-Su novela también está disponible en versión digital. ¿Qué opina de esta alternativa frente al formato convencional?

“Creo que, a diferencia de otros autores, que se empeñan el negar la mayor, hoy en día todos necesitamos de las nuevas tecnologías, y es absurdo plantarse en lo contrario. Para mi, cuanta más gente acceda a los libros, a los periódicos y a los medios en general, mejor. Yo tengo un ebook que me regalaron y todavía no he usado, porque reconozco que me gusta más leer en papel. Pero no puedo despreciar a todos esos lectores que prefieren el soporte digital. A veces, incluso los envidio, porque en casa no sé qué hacer con tantos libros”.

-¿Le ha dado tiempo a plantarse su próximo proyecto editorial?

“Tiempo de pensar en próximos proyectos sí he tenido, pero de momento me falta tiempo para poder plasmarlos. Tengo dos bastante definidos, uno más fácil de desarrollar que el otro. Pero no sé cuánto tiempo tardaré en llevarlos a la práctica. Y prefiero no concretar nada más por si alguna de esas ideas se queda por el camino”.