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“El que tiene la palabra también tiene el poder”

Juan Madrigal. | DA
Juan Madrigal. | DA

Este es el tercer año que Juan Madrigal (cuentacuentos, escritor y actor) toma un avión desde su país, Costa Rica, para contar sus historias en el Festival del Cuento de Los Silos. Él es uno de los juglares que llenan el programa de actos del reconocido encuentro internacional, que este año cumple su vigésima edición. Sobre el escenario, dispuesto en el municipio norteño, el artista narrará sus cuentos esta tarde (a las 18.00 horas), también introducirá, como director, cuatro espectáculos teatrales con su compañía y aprovechará la cita para presentar su nuevo libro, Princesas caprichosas. Así lo ha contado para DIARIO DE AVISOS.

-¿Qué le llevó a contar historias?
“Llevo 33 años en el oficio de cuentacuentos. La vida me llevó a esto como por arte de magia. Yo quería ser veterinario cuando estaba en el colegio e iba a entrar a la universidad. Pero me encontré con actividades comunales en Costa Rica, ahí empecé a instruirme en la literatura, el teatro, los títeres… Ahí fue cuando me encontré con los cuentos que cambiaron mi destino”.

-Entonces, podría decirse que no tuvo claro que quería dedicarse a la narración desde un principio. ¿Cuándo lo supo?
“Uno nunca sabe si terminará su vida como un contador de historias, como un juglar. Como decía, yo quería ser veterinario, pero terminé estudiando artes escénicas en la universidad de Costa Rica y dedicándome a los cuentos después”.

-Usted es un ejemplo de que se puede hacer carrera de juglar…
“Yo creo que el juglar es una figura que perdurará en el tiempo, porque la gente necesita seguir comunicándose cara a cara, alejarse un poco de las redes sociales, de Internet. Nosotros tenemos la necesidad de conversar, de que nos cuenten, nos abracen y nos hagan reír. Y ante esa necesidad social, cabe la posibilidad de seguir desarrollando el oficio de cuentacuentos”.

-¿Qué le diría usted a esas personas que ahora mismo se quieren dedicar a esta labor?
“Yo solo les diría que lo hagan con pasión, que no se van a hacer millonarios con esto, pero que sí se van a hacer ricos espiritualmente. Se dice que el que tiene la palabra tiene el poder, como juglares, nosotros también tenemos el poder para cambiar el mundo el tiempo que dure nuestra actuación. A pesar de los pesares, de todos los problemas que existen en el mundo, siempre hay espacio para la palabra”.

-Si tuviera que elegir un cuento para leerlo durante toda la vida, ¿cuál sería?
“Sin duda sería El caballito de palo, del autor nicaraguense Mario Montenegro. Me gusta porque me llena de esperanza. En este sentido, también elegiría el de La niña y la luna”.

-¿Cualquiera puede ser cuentacuentos o hay que tener algo especial?
“Yo creo que cualquiera puede contar historias, pero como en cualquier otro oficio, en este también destacan los que tienen un don. Creo que cualquiera puede narrar, pero hay que tener actitud, hay que trabajar mucho, y, además, hay que tener como esa gracia natural, ese ángel”.

-Los cuentacuentos siempre están relacionados con un público infantil, pero también pueden hacer narraciones para adultos. ¿Qué historias le cuenta a los mayores?
“Da igual si el teatro está lleno de gente grande, yo narro literatura infantil, porque los cuentos infantiles nos invitan, a los adultos, a leer entre líneas. Creo que este es un proceso muy necesario en estos tiempos”.

-Los cuentos infantiles sacan al niño que llevamos dentro…
“Creo que eso es lo realmente importante, y no lo digo como cliché, lo siento así. En la medida que miremos a nuestro niño interior seguiremos siendo jóvenes, seguiremos asombrándonos con la vida, aprendiendo de cada paso”.

-¿Qué tal su experiencia en el Festival Internacional del Cuento de Los Silos?
“Esta es mi tercera experiencia en este festival, es una alegría para mí que me invitaran de nuevo. No puedo estar más que agradecido con la organización y con el pueblo de Los Silos”.

-Entre los cuentacuentos del mundo, ¿qué significa este festival?
“Para mí es un referente. Hay muchos festivales de narración, yo incluso dirijo uno en Costa Rica. El de Los Silos se convierte en un espacio de hermanamiento, un encuentro que nos ha enseñado muchas cosas, que nos invita a retroalimentarnos”.

-Además de narrador es escritor. ¿Qué le inspira?
“Me inspira escribir cosas que traten de llevar la alegría a la niñez. Yo creo que en la medida en que los niños sean felices, seremos mejores seres humanos. Me inspira que el padre dedique tiempo a leer con sus hijos.

-¿Un cuento puede cambiar una realidad?
“Definitivamente, soy testigo de eso. Un cuentacuentos no sabe a quién le está llegando con su relato, tampoco sabe la interpretación que puede hacer la gente a cada historia”.