tumbaabierta

Fuego y nieve

Los Juegos del Hambre. Sinsajo. Parte II nos trae a las pantallas la esperada conclusión de la saga de la chica en llamas y su enfrentamiento con el presidente de nieve y lo hace con la entrega más ambiciosa. Esta última secuela aglutinaba momentos a priori narrativamente poderosos, que justificaban la división en dos partes de la trama presentada en la tercera novela de Suzanne Collins. Este cierre no sólo debía ser la película más espectacular de la serie, sino también completar los cabos sueltos de las películas anteriores, especialmente En Llamas y Sinsajo. Parte I, convertidas en meros capítulos de transición, carente del peso dramático necesario para subsistir por sí mismas.

La adaptación opta por la vía más hollywoodiense, es decir, priorizar los fuegos de artificio sobre el desarrollo dramático, y, para colmo, lo resuelve mal, con una película a la que le falta ritmo, le sobra metraje en su primera mitad y se apresura demasiado en cerrar la historia en sus últimos cuarenta minutos. El director Francis Lawrence se muestra torpe y confuso, incluso en las secuencias de mayor tensión, resolviendo momentos muy importantes para los personajes de un brochazo y sin el debido tratamiento dramático, cuando no tira de referencias e imita sin rubor al James Cameron de Aliens el Regreso. Afortunadamente, a nivel interpretativo, la película vuelve a dejar patente el talento de Jennifer Lawrence, quien ha sabido interiorizar de manera espectacular su papel de Katniss Everdeen y convertirla en un icono. La actriz es capaz de suplir con su interpretación el drama y la ambigüedad moral de la historia que el director no es capaz de aportar a la imagen. Los Juegos del Hambre. Sinsajo. Parte II se salda así como un fin de fiesta pobre, que no está a la altura de las circunstancias. No le faltan valores de producción y se apoya en el carisma de su protagonista para salvar la papeleta, pero, pese al tiempo con el que han contado para prepararla, el resultado final evidencia un apresuramiento y dispersión impropios de una producción tan anticipada y de este calibre.