La destacada y experimentada cineasta cubana Lourdes de los Santos presentó en la pasada primavera en el Centro de Proyecciones Fresa y Chocolate de La Habana el documental Últimos días de una casa, basado en la verdadera historia de la mansión que la familia Loynaz adquirió en la calle Línea de la urbanización El Vedado a principios de la década del 20 del pasado siglo, lugar que el poeta andaluz Federico García Lorca, en su visita a la mayor de las Antillas en 1930, bautizó como la Casa Encantada. Este documental, corto en minutos pero extenso en el tiempo, tiene como objetivo salvar la historia que atesora esta casa de los Loynaz que una vez fue jardín.
Filmado en alta definición, recoge importantes testimonios de la propia Dulce María Loynaz, del escritor Alejo Carpentier, del historiador de la ciudad de La Habana, Eusebio Leal Splenger, y de otras personalidades de la cultura cubana. En la actualidad esta vivienda ha sido declarada por la Comisión Nacional de Patrimonio Inmueble Patrimonial con grado de protección 2, aunque su estado de conservación es lamentable y está habitada por personas sin ningún derecho ni documento oficial.
Para la realización de este trabajo, Lourdes de los Santos revisó, indagó e inspeccionó documentos en el Archivo Nacional, en el Registro de la Propiedad del municipio Plaza y en la Comisión de Patrimonio y de Monumentos del casco histórico de la ciudad de La Habana.
Es importante señalar que los Loynaz tuvieron varias casas colindantes en ese perímetro urbano desde que llegaron a la zona de El Vedado allá por el año 1923 y adquirieron esta casa por un deseo de una joven Dulce María que se enamoró de ese hermoso jardín. Hasta 1946 la mayor de los Loynaz vivió allí, pues, casada con el periodista canario Pablo Álvarez de Cañas, se pasaron para la mansión 19 esquina a E, también en la zona de El Vedado, donde actualmente se encuentra el Centro Cultural Dulce María Loynaz. Pero la verdadera historia de las tertulias de los jueves está encerrada en esta visitada casa que una vez fue jardín, por todo lo que valía y brillaba en toda la sociedad habanera, en la que destacó Vladimir Maiakovski en la década del 20 de pasado por La Habana.
Felicitaciones para la realizadora Lourdes de los Santos y su equipo, entre los que se encuentra Cary Cruz, como coguionista; Iván Nápoles, en la fotografía; Miriam Talavera, en la edición; y la desaparecida Lucía Huergo, en su excelente trabajo musical, por ese reclamo, para que se rescate una casa llena de historia y misterios… que una vez fue jardín.