Los recientes resultados electorales de Argentina y Venezuela llevarían a desmentir aquello de que los alumnos superan a sus profesores, si no fuere porque tanto Néstor como Cristina Kirchner en Argentina, y Nicolás Maduro en Venezuela, fueron malos alumnos pese a declararse afines a la Teoría de la Justicia Social -o Justicialismo- creada por el extinto presidente argentino Juan Perón y su esposa Evita, y afirmar que consultan toda su bibliografía. Y aún así, olvidaron lo mas importante. Escuchar a Perón afirmar: “Cuando los pueblos agotan su paciencia, suelen hacer tronar su escarmiento”.

Pese a que tal frase fue una advertencia al ala ultraizquierdista de su partido, expuso una realidad hasta visible en los recientes cambios en el espectro político a este lado del Atlántico, ante idéntica pérdida de paciencia de los europeos tras el incumplimiento de las promesas de mantener el Estado de Bienestar (o Justicia Social, si lo prefiere).

Es de esperar que los escarmentados chavismo y kirchnerismo rechacen la estrategia de los advertidos por Perón en los 70: el grupo terrorista Montoneros que optó por la lucha armada para debilitarle pues, aunque en Argentina la mayoría parlamentaria kirchnerista puede controlar el Gobierno de Mauricio Macri, y en Venezuela Maduro minimizar ese control con Leyes Habilitantes, ello puede no bastar a ambos derrotados en su afán por recuperar el poder absoluto, y recurrir a sus huestes armadas para impedir la convivencia en paz, como ya han advertido que podrían hacer en defensa de sus fracasadas revoluciones. De concretarlo, confirmarían no solo que fueron malos alumnos, sino que rechazan que, como también decía Perón, la voz del pueblo es la única que se debe escuchar, por lo que venezolanos y argentinos hicieron tronar su escarmiento tras perder la paciencia con Gobiernos sordos y malos alumnos.

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