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“Lo importante siempre es que el artista cobre”

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Ángel Luis de la Cruz
(Tenerife, 1952) es uno de los galeristas más relevantes que hay en Canarias. Especializado en el arte internacional de vanguardia, su galería, la santacrucera sala Leyendecker, es hoy la única representación con la que cuentan las islas en ArcoMadrid, la feria más importante del sector en España. Apasionado de lo moderno y reconocido descubridor de nuevos talentos, su mejor rasgo, afirma, es la ambición: “Yo lo que quiero es correr y si puedo volar, mejor”.

-¿Qué artistas llevará este año a la 35 edición de Arco?

“Cuatro jóvenes que ya son una realidad. El chileno Gianfranco Foschino, segundo premio de la Bienal de Venecia de hace unos años. Richard Mosse, uno de los artísticas fotográficos más importantes del mundo. De hecho, con solo 35 años, es miembro de la Agencia Magnum, algo inédito en la historia de este colectivo. Ángel Otero, pintor a quien conocí en 2008 en Chicago y ganador del premio Leonore Annenberg, el de mayor dotación económica de Estados Unidos. Y a James Leary, una apuesta muy radical”.

-¿Cuál es el secreto para hacerse con la confianza de artistas con tanta proyección?

“La integridad. En el arte hay que ser muy humilde. Es importante que te equivoques; es como se aprende. Nunca estudié arte, no tengo esa base teórica, pero suelo dar en el blanco. Hay quien dice que es talento, olfato, no lo sé. Lo que hago es asumir decisiones. Veo algo que me gusta y voy a por ello. Y si me equivoco, aprendo”.

-¿Cómo es el primer acercamiento a esos talentos jóvenes?

“Hay que ser íntegro. Nosotros no tenemos un capital grande ni un mercado extenso, pero tenemos claro que lo importante siempre es que el artista cobre. En Canarias, por ejemplo, nadie se ha preocupado de que haya un mercado. Las instituciones tienen que ayudar, pero no con becas ni subvenciones. De lo contrario, como está ocurriendo, los artistas jóvenes que quieren triunfar tendrán que seguir yéndose de las islas”.

– ¿Es un buen negocio acudir a ferias?

“Tienes que ir a ferias que sean mejores que tú. Por ejemplo, en Miami, el que no puede ir a Basel, que es la número uno, intenta ir a la número dos. Y si no a la tres. Pero siempre con la idea de ir creciendo. Y una vez ahí, seguir ganando en importancia para lograr el estand con mejor ubicación. Nosotros en Arco ya estamos en la calle central”.

-¿A cuántas ferias acuden actualmente?

“A dos, pero vamos a empezar a hacer más. Antes hacíamos mucho Chicago y ahora vamos a empezar a hacer Lisboa y si es posible Miami. Tenemos la desventaja de que todos los desplazamientos debemos hacerlos en avión. Y eso implica gastos muy grandes, más lo que te cuesta el stand y otras muchas cosas. Debido a estos años de crisis decidimos quedamos solo con Arco. Porque lo importante es que la galería siga abierta”.

-¿No se ha planteado nunca dejar la Isla y trasladar Leyendecker a la Península u otro país?

“Hemos recibido ofertas para ello, como abrir en París conmigo al frente. Pero a mí me gusta mucho esta tierra. Nací aquí y me interesa demasiado contar con tiempo para gozar de la vida”.

-¿Cómo trabaja el hallazgo de nuevos creadores?

“Hay que viajar mucho y salir con los artistas. Es fundamental conocerlos y que te conozcan. Hace poco estuve en Nueva York con este propósito. Conocí, por cierto, una discoteca maravillosa. A mi y a mi mujer nos encanta la música electrónica y bailarla. Luego, de resaca, te vas al estudio, hablas y te informas sobre esos creadores que están despuntando. Investigas más sobre ellos, conoces sus obras y finalmente decides. No es que sea la mejor fórmula, pero sí la que nos ha funcionado”.

-¿Por qué marca distancias con el arte canario?

“Nosotros empezamos trabajando con artistas canarios. Luego me centré en los internacionales porque me parecía más interesante traer lo que no se veía aquí, ya que nadie lo hacía y yo quería tener una galería puntera. Siempre fui muy ambicioso. También ocurre que me cuestiono: ¿Quién soy yo para elegir a los mejores artistas canarios? ¿Y quién soy yo para soportar los reproches de elegir a este y no al otro? Porque esto es lo que sucede en Canarias. El que diga lo contrario es que tiene ganas de discutir y yo lo que quiero es correr y si puedo volar, mejor. Recuerdo montar un stand en Arco con artistas canarios, pagado de mi bolsillo, y venir uno de ellos con una cinta métrica a discutirme que le había dado 20 centímetros más a uno que a otro, Así se escribe la historia…”.