El Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó esta semana el proyecto de Presupuestos municipales para el próximo año, unas cuentas con las que podremos mantener nuestro compromiso social y, además, dar un nuevo impulso a la economía de la ciudad, gracias a una inversión de 30 millones de euros. Esas son, precisamente, nuestras dos grandes prioridades: blindar la protección que venimos ofreciendo desde hace años a los sectores más vulnerables de nuestra población y crear las condiciones para generar más empleo y mayor riqueza.
El camino para llegar a estos Presupuestos no ha sido nada fácil. En los últimos años hemos tenido que sortear las dificultades propias de los recortes de financiación con un trabajo intenso de control del gasto público y de saneamiento de nuestras cuentas. Y lo hemos hecho reduciendo los gastos financieros del Ayuntamiento -lo que pagamos a los bancos- en un dos por ciento; congelando o rebajando los impuestos, gracias a una mayor eficacia en la recaudación, y reduciendo a niveles históricos la deuda municipal. Los resultados de esa gestión financiera, junto a la mejora de los indicadores económicos globales, nos han permitido diseñar unas cuentas ligeramente expansivas con las que nos convertiremos en el motor de crecimiento en la ciudad. Sin menoscabo de las políticas sociales, el aspecto más destacable de los Presupuestos del próximo año es su carácter inversor. No en vano, hemos aumentado en un 35,4 por ciento este capítulo con respecto al año pasado. Podemos contrastar la verdadera dimensión de este incremento si efectuamos un análisis comparativo con años precedentes, puesto que desde 2012 hemos quintuplicado estas partidas. Ese esfuerzo inversor habrá de traducirse en nuevos puestos de trabajo y en la reactivación económica del municipio. Estamos hablando de que el Ayuntamiento contratará obras por un importe de 30 millones de euros, lo que repercutirá necesariamente en los sectores económicos de la ciudad, ya sea de manera directa o indirecta. Además, muchas de esas inversiones también tienen un marcado carácter social. Quizás las más significativas tienen que ver con los planes de reposición y rehabilitación de viviendas, porque detrás de cada acción de regeneración hay una familia que verá resuelta una necesidad básica.
A este respecto, me parece oportuno recordar que el esfuerzo presupuestario del Ayuntamiento en políticas sociales no puede deducirse exclusivamente de las partidas asignadas al Instituto Municipal de Atención Social (IMAS). Aun creciendo este año un 8,7 por ciento, hay otras políticas sectoriales que también reflejan un compromiso social importante, como aquellas destinadas a la promoción del deporte en edad escolar, el acceso a la cultura o el abaratamiento del precio del transporte público.
Estos Presupuestos darán también el pistoletazo de salida a un nuevo Plan de Barrios, en el que está prevista una inversión de unos 50 millones de euros en el próximo quinquenio. Redactaremos el Plan y detectaremos -en colaboración con las organizaciones vecinales y colectivos ciudadanos- las principales necesidades de cada zona. Serán, en cualquier caso, pequeñas pero numerosas obras que incrementarán la calidad de vida de los chicharreros, vivan en el barrio que vivan.
Mejorar la calidad de vida de los chicharreros es, precisamente, nuestro gran objetivo político, pero también una obligación que, como administración, no podemos eludir y no eludiremos. Estos Presupuestos son una magnífica herramienta para avanzar en esa dirección.
*Alcalde de Santa Cruz de Tenerife