Melecio Hernández: “El patrimonio portuense está cada vez más mermado”

Melecio Hernández, escritor e investigador. / FRAN PALLERO
Melecio Hernández, escritor e investigador. / FRAN PALLERO

Acaba de recibir dos reconocimientos que no esperaba. Por un lado, la distinción de Memorialista por la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias, un galardón de carácter anual, creado este mismo año, y que se otorga a en las siete islas. Por otro, el Premio Paco Afonso a la Cultura, organizado por la Agrupación Socialista de Puerto de la Cruz. Melecio Hernández ha dedicado la mayor parte de su vida a escribir sobre Puerto de la Cruz, la ciudad donde nació, se crió, vive, y que quiere con locura. Y por la que también sufre.

-¿Qué supone para usted el reconocimiento de Memorialista?
“Al tratarse de la primera edición, es una satisfacción y una gran alegría”.

-Diversos Gobiernos de distinto color político le propusieron ser cronista de la ciudad, pero usted nunca aceptó. ¿Por qué?
“Eso no es así. En 1987 estaba nominado y acepté, pero el reglamento de honores y distinciones del Ayuntamiento no estaba actualizado. Me enteré de que era el cronista porque vi el acta aprobada, pero nadie me dijo nunca nada. Pasaron 20 años o más hasta que la exalcaldesa Lola Padrón me lo ofreció, pero por honestidad y porque durante dos décadas nadie nunca tuvo la deferencia de comunicármelo, no acepté. Hay que tener un poco de dignidad para saber corresponder en la vida”.

-¿Qué persona es la idónea para ser cronista de Puerto de la Cruz?
“Debe ser una persona integrada en la sociedad portuense, que conozca bien el patrimonio, que sea sensible, y en lo posible que sea joven, porque no todo el mundo se puede dedicar a esta tarea. Lo mío fue una vocación que adquirí desde joven, no por tener ningún título. Prefiero no dar nombres porque además es muy difícil, depende de la voluntad de cada persona”.

-¿Alguna vez lo tentaron para político?
“Más de una vez, pero mi padre, que fue concejal de la República, con todo lo que pasó, nos dijo a mí y a mis hermanos que nunca se nos ocurriera meternos y crecimos con ese momento. Siempre quise respetar la memoria de mi padre”.

-Usted ha sido un estudioso del turismo en Puerto de la Cruz. ¿Ha evolucionado para peor o para mejor?
“Lo que teníamos antes que podía ser positivo, como el Festival de la Canción del Atlántico, se fue perdiendo por abandono, no por recortes ni por carencia económica, sino por falta de voluntad, y ha desaparecido. Antes todo el mundo venía para el Puerto, que fue el primer centro turístico de España, no de Canarias, como dicen muchos. Ahora hay que crear otras actividades para que el turismo se sienta a gusto, pero no lo hemos hecho. No obstante, el municipio va a seguir teniendo su magia, y a pesar de cómo están las cosas, hay gente que se sigue enamorando del Puerto”.

-¿Qué diagnóstico hace del patrimonio local?
“Cada vez se nota más mermado. La casa Tolosa, por ejemplo, que es propiedad del Ayuntamiento, está apuntalada hace mucho tiempo; están esperando que se caiga. Los políticos no saben valorar la historia que tiene y la que hay en la ciudad, que es uno de los centros de la Isla más importantes, históricamente hablando. Cuando se les advierte de que algo está en malas condiciones, como el templete, no lo ven o no quieren verlo. Lo que es cuidar el patrimonio, cada vez va a menos”.

-¿Usted cree que es necesario un plan de patrimonio local?
“Todo lo que sea protección es necesario; aquí nada puede sobrevivir sin estar supeditado a una normativa”.

-¿Hay algún inmueble que sí esté bien en la cuidad?
“La Casa de la Aduana, porque está en manos del Cabildo de Tenerife, y algunas propiedades que son de particulares”.

-Usted fue un acérrimo defensor del muro del paseo de San Telmo. ¿Le dolió que finalmente se haya optado por tirarlo?
“Sí, porque estoy convencido de que era del siglo XVIII. Voy a proponer que el mirador lleve el nombre del artista César Manrique, porque no quieren reconocer ni siquiera que diseñó los bancos, pese a que hay testimonios que lo avalan. Si él no los hizo fue un plagio, pero no quieren admitirlo”.

-¿Hay alguna persona ilustre en Puerto de la Cruz que se merece un mayor reconocimiento?

“Tomás de Iriarte. Aparte de la biblioteca municipal y una calle dedicada a toda la familia, es un hombre que merece un monumento. Sin embargo, otros que han venido posteriormente sí lo tienen. Además, debería reconocerse que Viera y Clavijo estuvo viviendo aquí durante 20 años. ¿Qué más da colocar una placa que identifique la casa donde vivió? Lo mismo que recordar que César Manrique construyó el Lago Martiánez, ya que no tenemos otra cosa”.

-¿Qué libro le gustaría escribir?
“El libro más importante, sin duda, sería una historia exhaustiva de Puerto de la Cruz, aunque tendría que ser un trabajo en equipo, porque se dedica mucho tiempo en los archivos”.