Al menos ocho tinerfeños han perdido la visión como consecuencia de una operación quirúrgica en la que se usó un producto oftalmológico llamado Ala Octa (perfluoroctano).
Así lo han confirmado fuentes del Hospital Universitario de Canarias (HUC), donde se realizaron dichas intervenciones y que ahora colabora con otros centros españoles y europeos para asistir a los afectados por lo que, se entiende, es el fruto de una partida de este producto que se encontraba en mal estado, ya que el Ala Octa nunca había dado este tipo de problemas.
Tal y como detalla el Ministerio de Sanidad, los casos detectados por la utilización del Ala Octa “se corresponden con casos de pérdida total y absoluta de la visión (Amaurosis) en el ojo operado de forma inmediata a la cirugía, necrosis de la retina y atrofia del nervio óptico que se observa al mes de la intervención”.
[sws_pullquote_left]Países como Francia, Bélgica o Alemania también tienen pacientes afectados[/sws_pullquote_left]
De la gravedad de este caso da buena cuenta el hecho de que el número de afectados crece lejos de nuestras fronteras, ya que también hay en países como Francia, Bélgica y Alemania.
Por lo que respecta a España, Sanidad ya ha detectado 47 casos (incluidos los ocho de Tenerife) que corresponden catorce centros hospitalarios repartidos en siete comunidades. En principio, el HUC es el único de Canarias que se ha visto involucrado. Es menester reseñar que el comportamiento de su personal es irreprochable ya que el origen del mal se encuentra en esa partida en mal estado del producto.
Incluso, el jefe del Servicio de Oftalmología, Miguel Serrano, colabora en la actualidad con sus homólogos de otros centros implicados en Zaragoza y San Sebastián dentro de un comité creado para colaborar con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) a la hora de valorar el historial clínico en los casos asociados, ya que este tipo de operaciones tienen un margen de fracaso del 10% que no se debe obviar a la hora del recuento.
Además, la AEMPS trabaja en saber con exactitud por qué dicha partida de Ala Octa ha resultado tan nefasta. Para ello se han enviado muestras a un instituto de investigación en oftalmología español para realizar análisis químicos y toxicológicos, un trabajo en el colabora el Gobierno del País Vasco.
Y como no podía ser de otra manera, las autoridades sanitarias ya se han reunido con representantes de la empresa distribuidora española (W.M. Bloss., S.A.) y el fabricante alemán (Ala Medics GmbH).
Por último reseñar que las operaciones quirúrgicas en cuestión se realizaron a finales de 2014 y principios de este año, y que fue el pasado mes de junio cuando se dio la alerta sanitaria en España al detectar los profesionales esta acumulación de resultados tan nefastos para los pacientes. Desde entonces, el número de personas afectadas no ha dejado de crecer.
“Lo deseable es una acción legal conjunta”
Uno de los ocho afectados tinerfeños que han sufrido las terribles consecuencias de esa partida en mal estado del producto oftalmológico Ala Octa ya ha puesto el caso en manos de su abogado Francisco Gutiérrez, del prestigioso bufete tinerfeño Medina y González.
Se trata de un varón de mediana edad y profesión liberal que, tras tres operaciones de retina que tuvieron lugar en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) a finales del año pasado, sufre la pérdida de visión en el ojo intervenido.
Dicho paciente, que prefiere ocultar su identidad, destacó que fue el propio jefe del Servicio de Oftalmología del HUC, Miguel Serrano, quien le alertó el pasado mes de octubre sobre los nocivos efectos del Ala Octa.
El afectado manifiesta especialmente su agradecimiento a Serrano porque en todo momento se interesó por su estado y entiende que es ajeno a lo acaecido.
Fase de estudio
Mientras tanto, sus representantes legales detallaron a este periódico que por ahora se encuentran en fase de estudio, aunque consideran evidente que reclamarán una compensación para su cliente.
Sobre quién sería el destinatario de dicha reclamación dado que aún se desconoce el por qué esta partida o lote del producto oftalmológico en cuestión ha provocado estas graves lesiones, desde el bufete entienden que debe ser el Servicio Canario de Salud, que a buen seguro ya estudia las hipótesis que señalan hacia que la responsabilidad última señala hacia el distribuidor o el fabricante del Ala Octa. Sea como fuera, estos abogados dejan la puerta abierta a una acción legal conjunta con otros afectados por este caso, sean de la Isla o no.
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PERFLUOROCTANO
Qué es: un disolvente neotérico.
Fórmula: está constituido por una cadena de ocho átomos de carbono (octano) con átomos de flúor como únicos sustituyentes.
Principal aplicación: Oftalmología
Se usa en la cirugía vitroretiniana durante la cual se necesitan sustancias que permitan la manipulación de tejidos. La elección de este compuesto se debe a sus buenas propiedades físicas dado que permite al ciujano trabajar sin problemas de inestabilidad en el ojo.
Esta cirugía se lleva a cabo cuando se da un desprendimiento de retina. Lo que sucede es que esta capa del ojo se rompe y el líquido que existe en la cavidad vítrea traspasa la retina. En estos casos la vitrectomía y la inyección de un líquido fluoroso, como es el perfluorooctano, permiten que se readhiera la retina..
Los afectados son 47 en toda España según la última comunicación del Ministerio de Sanidad sobre el caso, que se reparten en 14 centros hospitalarios de siete comunidades autónomas. Entre ellos está el tinerfeño Hospital Universitario de Canarias. Además se han registrados afectados en otros países europeos.
La alerta en España se produjo el pasado 26 de junio debido a una comunicación inicial de la empresa distribuidora, W.M. Bloss., S.A., el 22 de junio de 2015, sobre la existencia de 20 posibles casos de complicaciones con el citado producto, utilizado en cirugía de retina, en los que los pacientes habían experimentado pérdida de agudeza visual.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)ordenó el cese de la utilización, cese de la comercialización y retirada del mercado del producto Ala Docta ese 26 de junio.
Científicos españoles trabajan en laboratorios del País Vasco sobre la toxicología del producto para saber por qué ha causado ceguera en pacientes. La principal sospecha pasa por una partida en mal estado dado que es la primera vez que se producen estos efectos nocivos.
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