La oposición en el Ayuntamiento de La Laguna, Unid@s se puede, Ciudadanos y PP, protagonizó ayer un pleno fiscalizador en el que acorralaron al equipo de gobierno, CC y PSOE, a base de mociones y preguntas en contra de su gestión, siendo muy críticos con la del alcalde, José Alberto Díaz, especialmente desde Unid@s se puede.
En concreto, los votos de la oposición, con los del equipo de gobierno en contra, lograron sacar adelante una moción de XTF-NC en la que se requiere al Gobierno municipal que “erradique completamente” la práctica de aprobar gastos y adjudicar contratos de servicios que ya se han prestado al Ayuntamiento con anterioridad a la firma del decreto, o que se han iniciado sin que “se cumplieran los requisitos legales en materia de ejecución presupuestaria”, según denunció su portavoz, Santiago Pérez. Asimismo, el equipo de gobierno perdió la votación en otra moción de Ciudadanos, en la que, con el apoyo de Unid@s y XTF-NC, se pide que se convoque la Comisión de Control, que se aprobó en un pleno anterior, para que “vele por el buen gobierno de los recursos públicos y evitar así que puedan usarse con fines partidistas”, así como instar al alcalde y al grupo de gobierno a que “no tomen ninguna decisión o posición de beneficio partidista con cargo a los recursos públicos sin contar con el respaldo de la mayoría del Pleno”, manifestó la portavoz de Ciudadanos, Teresa Berástegui.
Sobre la mesa se dejó una moción conjunta de los cuatro partidos de la oposición en la que se requería al equipo de gobierno que cumpliera con los acuerdos plenarios, sobre todos los que habían sido aprobados con el voto en contra de CC y PSOE. El texto se volverá a traer al próximo pleno con una redacción más ajustada a la legalidad, ya que la secretaria matizó que, tal y como estaba, era de imposible cumplimiento. Desde CC defendieron que todos los acuerdos se van a ejecutar, pero que conllevan un procedimiento y plazo que hay que cumplir.
Asimismo, desde Unid@s presentaron una batería de preguntas contra la gestión del equipo de gobierno y, especialmente, del alcalde, de las que Díaz defendió tanto su labor como la de los concejales, y criticó los “intereses partidistas” de Unid@s.
Distinciones y honores
Un punto que se aprobó por unanimidad fue una enmienda de Ciudadanos a una moción de Unid@s por la que se acordó no llevar a cabo “ninguna acción relativa al reglamento de honores y distinciones, cuando se trate de un político en activo, sin previo acuerdo de la junta de portavoces”. Unid@s pedía en su texto que, en base a esto, “se anularan los reconocimientos que en los últimos cuatro años se hayan realizado con este fin”; punto que no se aprobó. Esta moción generó un intenso debate en torno a la aprobación, en diciembre de 2014, de que una importante vía del municipio pase a denominarse con el nombre de la exalcaldesa Ana Oramas, lo que, a juicio de Unid@s, es “poco ético”. Desde CC defendieron la gestión de Oramas y criticaron que Unid@s solo quería dañar su candidatura al Congreso.
También se aprobó por unanimidad una moción del Partido Popular en la que se pedía que “las instituciones y los puestos no sean utilizados con fines partidarios” y que “los medios físicos de comunicación (sala de prensa) puedan ser utilizados por todos los grupos políticos”.