Acabo de llegar

Poesía y opinión de Juan Goytisolo – Por Carlos Acosta García

Mis amigos más cercanos y algunos lectores a quienes no conozco personalmente me han pedido muchas veces que escriba sobre temas políticos. Recientemente me han formulado dos preguntas, no sé si con buena o mala intención. Lo que sí puedo decir es que pudieron ahorrarse la segunda porque les bastaba con mi respuesta a la primera. Las preguntas fueron: ¿Por qué rechazas la lectura de determinados libros? ¿Por qué no tratas sobre temas políticos?
Porque no me interesa la política -contesté a la primera pregunta. La segunda, como dije antes, sobraba-.

De todos modos, me entregaron un libro de ensayos, sabedores de que tal espacio literario me ha interesado siempre. Mucho más que la novela. Expongo aquí título y autor: Ensayos, de Juan Goytisolo. Total, que me llevé el libro a casa y comencé a leerlo. El libro tiene 684 páginas, de las que llevo leídas 65. Pero la lectura se me ha hecho un tanto cuesta arriba, no por el estilo de Goytisolo, que me parece sobrio y bien expresado. El hecho de que su lectura me resulte poco grata radica en el modo de tratar el contenido. En una libretita de notas que siempre tengo conmigo cuando leo, están ya anotadas las siguientes palabras: guardia roja, guerra civil, dictadura, fascismo, revolución, proletariado, censura, capitalismo, ideología, conservadurismo, derechista… También están estas: doctrina, hereje, inquisidores, sumisión religiosa, santos, dioses, pontifical… Quiero aclarar que no me disgustó en absoluto que el señor Goytisolo tratara de temas políticos o religiosos. Está en su perfecto derecho. Lo que no me agradó fue el modo cómo los trataba. O sea, con la parcialidad que caracteriza a ciertas personas que tratan estos asuntos, como ocurría, por ejemplo, con los señores Umbral y Neftalí (alias Neruda). Pero se trata de tres señores que no tienen buenas relaciones con la palabra imparcialidad, palabra sustituida por otro vocablo diferente, libertad, que suena muy bien en todos los oídos, aunque en este caso se trate de una libertad especialísima.

Si les digo que Goytisolo habla de Machado, ustedes se darán cuenta de que se trata de don Antonio. Hacerlo sobre don Manuel hubiera sido caer en una actitud herética o algo así. Y para nuestro escritor solo hay en España un grupo de poetas (a los que uno tiene por notables) que en el libro que leo están retratados así: “…grupo de floridos toreros de salón, incapaces de afrontar el toro de la siniestra realidad de España”.

No sé por qué motivos escribe el señor Goytisolo la palabra siniestra, de la que el DRAE, en su primera acepción, dice que significa izquierda. Y yo no creo que don Juan culpara a los suyos de no coger por los cuernos al toro de la realidad española del momento.

Y se acabó. Espero que mis amigos no me sigan dando la lata.