Ya estamos en Navidad. Ese momento del año en que pones de manifiesto fortalezas personales que hacen que conectes con tus emociones y vivencias. Hablamos de la espiritualidad, la amistad, el perdón, la empatía, etcétera. Todas ellas bajo un objetivo común, convivir compartiendo. Sin duda alguna la Navidad nos invita a que compartas tu tiempo, tu vida y hasta lo que tienes con los otros: tu familia, amigos e incluso esos compañeros de trabajo, aquellos con los que compartes tantas horas a lo largo del año y sin querer solo les dedicas unos momentos de tu atención. Por tanto centra tu atención en fomentar la convivencia en positivo. Es cierto que el entorno navideño propicia la oportunidad de poder vivenciar situaciones que, si decidimos saborearlas, podemos dejar a un lado las prisas. Así puedes pararte y prestar atención a todo el mundo que te rodea, enriqueciendo los momentos de tu vida, entendiendo que son únicos y, como tales, debes vivirlos.
Todo ello implica que prestes atención a la vivencia del momento actual entendiendo que tu papel en la vida es ser donante: “Dador de Felicidad” y que tu misión pasa por enriquecer la vida de las personas que están a tu lado. Es curioso cuando te das la oportunidad de entender esta posibilidad en tu vida. Pero al mismo tiempo cuando te planteas esta posibilidad serás recompensado. Pues, sin duda alguna, y eso responde a una ley máxima de la felicidad, todo aquello que das te vendrá devuelto con creces. Así, incluso, lo demuestran múltiples investigaciones. Se trata de construir la felicidad sirviendo a la gente.
Adam Grant, autor de Dar y Recibir, nos plantea que ayudar a los demás conduce al éxito, que ser donante implica no tener en cuenta los costes personales que supone ayudar al otro sin esperar nada a cambio. Es importante, por tanto, esforzarse por ser generoso y compartir tu tiempo, energía, etcétera, con el fin de relacionarte con todo aquel que pueda beneficiarse de tu ayuda.
Plantéate una Navidad como dador de felicidad, siendo conexión entre múltiples redes de convivencia que te permitan enriquecer la vida de los otros a través de la solidaridad. Para ello, colabora con acciones altruistas. Entre ellas está, permíteme el atrevimiento del consejo, Reyes Para Todos, que persigue dar juguetes a todos los niños y niñas, así como regalos para los mayores.
Participa como Dador de Felicidad. Sin duda, se te devolverá con creces.
*Psicólogo y miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva
@jriveroperez