Tribuna

Situación endemoniada – Por Fermín Bocos

Incertidumbre es la palabra. Los resultados electorales han alumbrado un escenario político muy complejo. Difícil de interpretar. El PP (123 diputados) ha ganado las elecciones y retiene la mayoría en el Senado pero ha perdido más de tres millones y medio de votos. Mariano Rajoy no tiene garantizada la investidura para la que necesitaría (en segunda vuelta y con un Gobierno en minoría), el apoyo o la abstención de Ciudadanos y la de algún otro partido pequeño. Tal vez el PNV. Pero ya digo que lo tiene difícil. El PSOE no ha sabido aprovechar la sangría sufrida por los populares.

Con 90 diputados tiene que digerir el peor resultado desde la restauración de la democracia. Pese a todo, en razón de la dificultad del PP para allegar apoyos o abstenciones en la votación de investidura, Pedro Sánchez podría encontrarse con el regalo envenenado de tener que formar Gobierno tras negociar el apoyo de Podemos y con los separatistas de ERC y DM (la antigua Convergencia de Artur Mas y los Pujol). Podemos, en este caso una coalición de partidos y mareas, que partían de cero en términos de representación parlamentaria fue el gran triunfador del 20D. Conseguir 69 diputados a la primera, es un gran éxito de Pablo Iglesias. Otro tanto, pero menos, cabría decir de Ciudadanos que logra 40 escaños, bastante por debajo, por cierto, de lo que les auguraban las encuestas. Rivera pinchó en su feudo de Cataluña. Allí, los independentistas de ERC le han madrugado al partido de Artur Mas y le superan en un escaño. Es voto a la espera de contrapartida en el terreno de la agenda separatista. Voto, pues, radioactivo para los partidos unionistas. Pese a las novedades, el bipartidismo ha resistido. La suma de PP y PSOE supera la mitad de los votos emitidos. Pero España no es Alemania, así que la hipótesis de una “gran coalición” pertenece más al dominio de las cábalas tertulianas que a la realidad. Cábalas que también giran alrededor de un pacto de izquierdas a la portuguesa liderado por el PSOE. Podría ser la tentación de Pedro Sánchez, pero ni Susana Díaz ni Felipe González guardarían silencio. Quien se asocie con Podemos engorda a Podemos. En fin, otro escenario a contemplar -caso de que ningún partido pueda obtener la investidura- sería la repetición de los comicios. No parece probable, pero no habría que descartarlo. Por compleja, la situación es endemoniada. A las cosas hay que llamarlas por su nombre.