EMPRESARIOS

La Tartería: Lucas Díaz

Lucas Díaz
Lucas Díaz

Emprender es siempre asunto complejo y en los últimos años solo al alcance de los que más arrojo podían mostrar. También insensatez en un país que se acostó denostando a sus empresarios y al día siguiente, por la insistencia de burócratas y coachs de todo pelaje, todo era emprendimiento. Se frustraron muchas iniciativas, personas que no volverán a intentarlo porque sus experiencias y capacidades han quedado seriamente comprometidas. No hay una regla mágica con la que triunfar pero sí es indiscutible que existen razones para no hacerlo. No tener conocimientos, recursos suficientes, endeudarse por encima de lo razonable, dejarse llevar por el entusiasmo inicial para pronosticar ingresos y gastos, no atender necesidades de nuestros clientes… Conocemos, por desgracia, multitud de perfiles que encajan en esa hoja de ruta hacia el infierno empresarial sin que los políticos abandonen el discurso y los coachs dejen de dar sus bien pagadas charlas.

Es obvio que el caso de La Tartería encaja en el perfil de aquellos que siempre están ideando nuevas posibilidades de mejora y crecimiento. Añadiríamos que atendiendo a lo que le comentan sus clientes, dejándose llevar por la intuición y manejando correctamente los tiempos. Aunque les gustaría crecer, es algo que se plantean paso a paso, por más que los cinco años que han pasado desde el arranque de la venta y fabricación de dulces y tartas les ha llevado ya a tener cinco puntos de venta. Sus previsiones de crecimiento para el 2016 pasan por la apertura de dos nuevos locales y más allá de esa fecha escapa a los planes originales del actual propietario, Lucas Díaz.

-Abren en 2010, uno de los años peores a todo los niveles, también para el consumo.

“Yo es que he vivido siempre en crisis, no he notado que esta fuese peor que alguna anterior”.

-Sin embargo, esta lo es. Por eso me interesa saber sus razones para abrir el primer establecimiento…

“Nosotros vendemos y fabricamos pan -50.000 unidades diarias- en unas instalaciones en Hoya Fría. Empezamos a fabricar también dulces y tartas, así que una cosa fue llevando a la otra. Como esto tenía éxito decidimos venderlos nosotros en diversas ubicaciones, aquel punto en nuestras instalaciones de Hoya Fría pronto dio lugar a un nuevo comercio en Adeje y más tarde en Puerto de la Cruz, Santa Úrsula. Este año hemos abierto en la avenida de Anaga”.

-¿Seguirán creciendo?

“El próximo año queremos abrir dos nuevos puntos más de venta, uno en el Norte y otro en el Sur. Tenemos un local destinado a panadería en Icod de los Vinos que podría ser una buena ubicación y luego pensamos en algo por el Médano o así, con eso tendríamos cubiertas muchas zonas de Tenerife”.

-¿Y fuera?

“Desde la oficina que tengo en la avenida de Anaga miro al horizonte y veo Gran Canaria. Y es cuando te das cuenta que no está tan lejos. Quizás algún día. Estamos en La Gomera, en el Mercado, pero allí con panadería pero vendemos los productos de La Tartería aunque no los fabricamos allí. Es el único caso, en todos los demás tenemos fábrica y punto de venta. En otros sitios hemos estudiado nuestra posible presencia pero es algo caro, por ejemplo en La Palma nos costaría más que ir a Gran Canaria”.

-Y abierto recientemente en Internet.

“Un punto de venta que permitirá hacer el encargo, pagarlo online y recogerlo por lo que llamamos una ventana exprés, sin colas. Son los problemas derivados de la falta de aparcamientos en la avenida de Anaga”.

-O sea, que usted se ven obligados a agudizar el ingenio porque les prohíben el aparcamiento en la puerta. Alquilaron el local en base a las expectativas de venta que les ofrecía y, de repente, les cambian las condiciones y ya no puede explotar esa posibilidad. Con el añadido de que la zona se ha quedado sin apenas vida.

“Tenemos cerca el Edificio Múltiples pero no damos servicio de cafetería. Y es verdad que la Avenida de Anaga ha pasado de ser una zona comercialmente muy potente a contar en la actualidad con veinte negocios que están cerrados o traspasándose. Pero la web facilita que los clientes dejen el coche en la esquina y se acerquen rápido a retirar sus pedidos. de todos modos, si el Ayuntamiento no hace nada para permitir el aparcamiento, nos plantearemos esa tienda como un enorme escaparate, por lo bien situada que está. Al principio tenía dudas, pensaba que abriendo esa bajarían las ventas de Hoya Fría pero no ocurrió así, al contrario, aumentaron”.

-¿Le va bien con la web?

“Es una apuesta por el largo plazo; es distinto, ya vendemos, pero no es lo mismo que una tienda física, donde desde casi el primer momento sabes cómo va a ir por el movimiento que observas”.

-¿Su fuerte son los dulces y tartas personalizados?

“Entre otros, yo no sé hacer panes ni dulces pero creo que sé venderlos y además contratar a las personas adecuadas. Soy profesor, estudié Magisterio ya de mayor, pero no he ejercido. Somos 197 personas trabajando en la empresa, el 95% mujeres. Así que todo eso constituye nuestro fuerte y, además, todos los productos que podemos personalizar utilizando para ello materias primas de primera calidad. Y la rapidez, nosotros podemos personalizar una tarta con la imagen que desees en poco más de cinco minutos y sin más límites que el dulce que lleve la tarta. Todo lo demás lo podemos reflejar”.

-Vivimos momento de corrección política y de excesos por parte de los bienintencionados que aspiran a que dejemos de comer carnes rojas, dulces…en realidad, cualquier cosa que nos agrade y disfrutemos. Eso es malo para su negocio.

“Nosotros también sacamos lineas de productos saludables, sin azúcar o sin lactosa que es algo que presentaremos pasado Reyes. Y nos gustaría sin gluten pero para ello abría que traer una máquina de la Península”.

-Tan concentrados en el funcionamiento de la Tartería, esto les supone relajar su presencia en las otras líneas de negocio?

“Tengo una gran confianza en el equipo, donde están también integrados mis hijos. Pero nuestro fuerte sigue siendo el pan, con Europan, que fabricamos y tenemos 16 puntos de venta. No quiero cometer errores ni recular, seguiremos creciendo poco a poco estudiado caso a caso. Estamos convencidos de lo que hacemos y es verdad que cada vez que abrimos un nuevo local lo mimamos como si fuese un hijo. Pero no nos tiramos al vacío, eso valía para cuando tenía 20 años pero no hoy”.