diario del coach

¿Y ahora qué?

Y ahora qué? La democracia es una forma de tomar decisiones colectivamente cuyos efectos, querámoslo o no, nos afectarán a todos para bien o para mal. El mecanismo es el mismo que empleamos cuando optamos a nivel individual: sopesamos pros y contras y actuamos en consecuencia buscando el máximo beneficio. Que haya sido una buena o una mala decisión sólo pueden determinarlo los resultados que obtengamos pasado el tiempo. Uno de los logros de nuestra sociedad democrática es la posibilidad de revisar esos resultados y cambiar nuestra decisión cada cuatro años. En nuestra vida personal no siempre tenemos esa opción. Por eso, decidir puede ser una fuente de estrés.

Y no digamos si hemos de hacerlo con poco tiempo o sin conocer todos los datos. Sea cual sea la decisión tomada ha de movernos a la acción siendo conscientes de que optar por una de las posibilidades necesariamente significa renunciar a las otras. Es negativo focalizarnos en eso que hemos perdido en vez de hacerlo en los beneficios que perseguimos escogiendo este camino y no el alternativo. El cliente que pone en marcha un proceso de coaching conmigo en algún momento revisa sus decisiones y cómo le están afectado en el aquí y en el ahora. La estrategia consiste en interpretarlas desde el punto de vista del aprendizaje con preguntas como ¿qué asimilaste con esa decisión? ¿Qué te enseñó aquella situación? ¿Qué sabes ahora que antes ignorabas? ¿En qué ha cambiado la visión que tienes sobre tu propia persona y sobre los demás? De nada sirve pensar qué hubiese sucedido si hubieses elegido algo distinto, porque el pasado no se cambia. Piensa en lo que sí puedes hacer y en cómo vas a adaptarte a la nueva situación.
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