Abel se va. El escaso protagonismo que tiene, y que tendrá, a priori, en el CD Tenerife, han provocado que el centrocampista majorero tome la decisión de hacer las maletas e irse muy lejos para poder seguir jugando al fútbol. Atrás quedan para él nueve años de militancia en el club tinerfeño.
Con 24 años y más de 100 partidos defendiendo la camiseta blanquiazul, este curso apenas seis, deja su archipiélago natal para jugar en el fútbol rumano. Un equipo histórico de ese país, la Politécnica de Timisoara de la Primera División de Rumanía, será su próximo destino hasta el 30 de junio de 2017.
“Es un día complicado, a nadie le gusta salir de su club. Aquí no cuentan conmigo y lo mejor era buscar una salida. Mi ilusión era quedarme, pero he decidido buscarme la vida en otro lugar”, reconoció el jugador, quien durante su periplo por la nave blanquiazul, también ha salido cedido en varias oportunidades. Equipos como Guijuelo, Leganés, Noja y La Roda disfrutaron de su presencia en la categoría de bronce.
Justamente tantas cesiones le han hecho que tome la decisión de desvincularse, pues lo que desea es asentarse definitivamente en un club. “No quiero juar más cedido, ya que han sido bastantes años fuera de la Isla. Quiero comenzar un nuevo ciclo en otro lugar. Me voy a un histórico de Rumanía, espero lograr algo importante. Sé que es muy lejos, pero me voy muy ilusionado”, explicó el jugado, quien también aprovechó su perfil en Instagram para despedirse del club y de los aficionados. Según él, en Tenerife siempre se le ha tratado bien, por lo que “mi corazón siempre será chicharrero. Me quedo con mi debut en Segunda División y la afición se ha portado siempre muy bien”, expuso en la citada red social.
No obstante, por mucho que le duela, estaba cantado que su futuro deportivo no pasaba por su Isla de adopción. “Cuando no juegas debes tomar una decisión, por muy difícil que sea, ya que verte que cada fin de semana te quedas fuera de la convocatoria nunca es agradable. Espero aprovechar esta oportunidad al máximo”, indicó el mediocentro, quien reconoció que también manejó otras ofertas de otros equipos: “Llegó la de Rumanía y me puse en contacto con el club para llegar a un acuerdo. No pusieron ninguna traba para que yo saliera”. Abel salió de Fuerteventura con apenas 15 años para incorporarse a la cadena de filiales del Tenerife y posteriormente a la primera plantilla. Abel militó con el CD Tenerife en el fútbol profesional y en Segunda División B, siendo componente en la primera vuelta de la plantilla que logró el regreso a la Liga Adelante en la temporada 12/13.
El club tinerfeño le agradece su entrega, compromiso, profesionalidad e identificación con los colores blanquiazules, al tiempo que le desea lo mejor y los mayores éxitos personales y deportivos.