Los vecinos de San Andrés comprueban cómo, día a día, va tomando forma la estructura del dique semisumergido que los protegerá, los protege ya de hecho, de los embates de un mar que hasta ahora se metía prácticamente hasta la cocina de las casas que están en el frente marítimo cada vez que había temporal, un mar que es el culpable de que la obra, prevista para concluir a finales de diciembre, retrase su finalización al menos hasta el mes de abril. Así lo confirmó a DIARIO DE AVISOS el director de la Autoridad Portuaria, José Rafael Díaz Hernández, quien recordó que “el temporal del mes de octubre y el estado puntual de la mar en distintos días ha hecho que se retrase le ejecución de la obra”. Explicó Díaz que en estos momentos “estamos ya empezando a proteger con los bloques de hormigón la parte final del dique, que está ejecutado en el 75%”. “Así que realmente esos temporales son los que han retrasado la obra”, añadió el director de la Autoridad Portuaria.

En cuanto a si este retraso va a suponer un coste adicional al presupuesto de más de tres millones de euros, Díaz detalló que no ha supuesto un mayor presupuesto y que solo se ha tenido que reponer material. “Siempre en la obra marítima estamos expuestos al estado de la mar, y por ello se prevé la reposición del material con antelación y eso es lo que ha pasado en este caso”. El temporal de octubre se llevó unos 60 metros cuadrados del dique ya construido, lo que obligó al retraso y la reposición de materiales que ha motivado el retraso de la obra.

PROTECCIÓN
El responsable de la dirección de la Autoridad Portuaria quiso destacar que lo verdaderamente importante es que, “desde el principio, desde que se empezó a ejecutar la obra del dique, se ha notado un cambio sustancial en ese frente litoral: ya el mar no llega ni por asomo a donde llegaba antes y eso sin terminarlo aún, y eso es muy esperanzador”.

El proyecto del dique semisumergido de San Andrés es una de las obras más esperadas por sus vecinos, no exenta de polémica por lo que a su impacto visual se refiere y que, como han reconocido los vecinos, no es tanto como en un principio se pensaba. Con una cota máxima de cuatro metros y con otros 350 de largo, la función principal de esta infraestructura es evitar que las mareas invadan la avenida de San Andrés y perjudique a las viviendas y comercios, como venía pasando hasta ahora cada vez que había temporal.

La prueba de la eficacia de la escollera está en que el mismo mal tiempo que provocó que desaparecieran los 60 metros cuadrados del dique ya construido en octubre no causó daños en la avenida, puesto que la estructura evitó que el mar llegara hasta los carriles más próximos al mar. El dique semisumergido se configura con una base de pedraplén, fragmentos de roca de gran tamaño, sobre la que se está colocando la escollera de una tonelada y que ya se está rematando con los bloques de hormigón cuyo peso es de 7.000 kilos.

Hasta el momento la obra ha venido desarrollándose, siempre dependiendo de las condiciones meteorológicas, con un promedio de avance de cinco metros lineales al día, de forma que en ningún momento, detallan desde la Autoridad Portuaria, hay más de cinco metros de material desprotegido, esto es, exento de la colocación de los bloques correspondientes, evitando así que puedan producirse pérdidas de material.

FINANCIACIÓN
El presupuesto de esta obra es de 3.157.723 euros, dinero que corre a cargo de los fondos propios de Puertos de Tenerife en el 80% y el restante 20% procede del Fondo de Compensación Interportuario. La empresa adjudicataria de los trabajos es Dragados y el plazo inicial de ejecución era de 10 meses.