El descenso poblacional que vive Canarias a raíz de la crisis económica se ralentiza en el primer lustro de esta década, si bien continúa el paulatino envejecimiento en la media de edad de sus residentes. Así se desprende del Padrón municipal hecho público por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que permite una comparativa del lustro comprendido desde 2011 a 2015 con datos definitivos a 1 de enero.
En lo que corresponde a cifras globales, los poco más de 26.000 vecinos de menos en esos cinco años responden en gran medida al ajuste realizado en una de las capitales canarias, Santa Cruz de Tenerife, donde se detectó un crecimiento artificial ahora corregido. De resto cabe destacar que de nuevo son las islas de Fuerteventura y Lanzarote las únicas que registran una leve subida, compensada ya la marcha de trabajadores nacionales y foráneos acaecida en los últimos años de la década pasada.
Centrados en la provincia tinerfeña, las tendencias registradas en lo que va de siglo se mantienen, con descensos en las islas no capitalinas. En La Palma, solo Breña Baja presenta guarismos positivos en este lustro por modestos que sean, una excepción inédita en El Hierro y que se repite en Alajeró por lo que respecta a La Gomera.
En cuanto a Tenerife, mencionada la salvedad de su capital, la novedad pasa porque el Sur ya no es esa locomotora poblacional que suplía el desplome norteño, al punto de que municipios como Guía de Isora o Santiago del Teide no solo han dejado de sumar vecinos sino que incluso los pierden. Eso sí, Arona y Granadilla siguen sumando residentes y, aunque en menor medida respecto a la década anterior, el Valle de La Orotava mantiene unas cifras negativas.
Cómo somos
Sobre el perfil poblacional, es sabido que el crecimiento vegetativo en las Islas ya enseña números rojos en más de la mitad de los municipios de todo el Archipiélago, al punto que da negativo en la provincia tinerfeña. A ello hay que sumar que la media de edad de los canarios es cada vez mayor. Si a 1 de enero de 2011 eran más los canarios que tenían entre 35 y 39 años de edad (200.868), cinco años después lo son aquellos que suman entre 40 y 44 (198.658). Por obvio que parezca el dato anterior, lo cierto es que esta consecuencia del llamado baby boom (que en las Islas llegó más tarde que en el conjunto de España) no se compensa ni con los nacimientos ni con la inmigración, con lo que ello supondrá para las Islas en un futuro más cercano de lo que ahora pudiera parecer. Prueba de que cada vez hay menos bebés en las Islas es el hecho de que en 2011 los empadronados entre 0 y 5 años eran 98.346, y cinco años después suman un total de 85.426.
Referente a los foráneos, estos datos definitivos del INE confirman que Canarias ha dejado de interesar al trabajador emigrante desde que se produjo la crisis económica. Algo más de 54.000 extranjeros se han caído del Padrón en este lustro de 2011 a 2015, pasando de los 307.009 del inicio de la década actual a los 253.107 registrados el 1 de enero del año pasado. Aunque la diferencia no se antoja especialmente significativa, el descenso en residentes foráneos es mayor en la provincia tinerfeña (28.805) que en la oriental (26.097).
Por último resta apuntar algunas curiosidades. Más de 65.000 residentes en el Archipiélago que tienen nacionalidad española nacieron lejos del territorio nacional. Tengan o no Documento Nacional de Identidad (DNI), en el conjunto de extranjeros son más los nacidos en América 166.129) que en Europa (149.084) y desde luego que en África (35.639).
Y más allá del emplazamiento de la cuna, a 1 de enero de 2015 hay más canarias (1.057.103) que canarios (1.043.203).