baloncesto

A empezar el año ganando

El entrenador vasco se formó en las categorías inferiores del histórico Caja Bilbao. / DA
El entrenador vasco se formó en las categorías inferiores del histórico Caja Bilbao. / DA

Tres derrotas consecutivas son demasiadas, por eso el Iberostar Tenerife tratará revertir su mala racha hoy, a partir de las 11.00 horas, frente al Dominion Bilbao en Miribilla. Txus Vidorreta reconoció que no ha sido “una semana fácil” tras caer ante Valencia y Nico Richotti indicó que “cansa” perder, por lo que el duelo de esta mañana cobra especial importancia debido a la dinámica perdedora canarista.

No será sencillo, pues solo restan tres jornadas para conocer los equipos que irán a la próxima Copa del Rey de La Coruña y Bilbao quiere ser uno de ellos. El sueco Tobías Borg en la única baja local, no de demasiada importancia ya que se ha perdido los últimos encuentros disputados y la posición de base-escolta, la tiene bien cubierta Alonso.

Mirza Begic, último refuerzo vasco, y Raúl López sí estarán disponibles a pesar de que el base catalán ha tenido problemas musculares durante toda la semana, algo que no le impedirá ser alineado frente a un Iberostar Tenerife que podrá contar con todos sus efectivos.

Las miradas en el aspecto físico siguen puestas en Saúl Blanco, que parece completamente recuperado de su lesión de la rodilla derecha y al que aún le queda por alcanzar el mejor ritmo de competición debido a su inactividad.

Pero, más allá del físico, lo que más preocupa a Txus Vidorreta es poder tener a varios jugadores en las mejores condiciones posibles. Desde que comenzara la temporada el Iberostar Tenerife ha visto como muchos de sus jugadores han podido tener picos en su rendimiento, cuajando grandes actuaciones que en varios casos han llegado a ser decisivas, pero sin tener la regularidad deseada para poder competir en cada encuentro.

Hablar de nombres, como White, O’Leary o Abromaitis puede ser poco efectivo, pero lo cierto es que, por números, el Iberostar Tenerife ha visto como en muchos encuentros han sido tres o cuatro los hombres que han aportado decisivamente en determinados encuentros.

Y, ante la necesidad de encontrar jugadores competitivos, Petit Niang se ha ganado su hueco. Tras ser titular ante Unicaja en Málaga, el africano está siendo un habitual en las rotaciones de Vidorreta, que reconoció esta misma semana que le quedan aún muchas cosas por pulir, pero que volverá a tener opciones hoy, frente a jugadores como Bogris o Begic: “Está jugando todos los partidos y su rendimiento está siendo bueno. Tiene mucha competencia en su puesto y Begic aprovechará su experiencia y peso para meterle en la pintura este domingo. Petit tiene envergadura, pero le falta peso. Aún así, estará para ayudar al equipo cuando lo consideremos oportuno”.

El juego interior de Bilbao ha tenido que recomponerse a toda prisa después de la marcha de Shawn Jones a Grecia. Los vascos acudieron al mercado con la necesidad de encontrar a un jugador que conociera la Liga Endesa y se decidieron por un clásico de la misma como Mirza Begic. Junto a Bogris forman una buena pareja, hasta la irrupción la pasada semana de Álex Suárez. Frente al Joventut, Suárez firmó la mejor actuación de su carrera en Liga Endesa, pidiendo un sitio en una rotación que resultará clave hoy, en un duelo ante un Iberostar Tenerife al que se le acaban las oportunidades de fallar más.

El regreso del hijo pródigo

“La Palma me dio la oportunidad de volver a sentirme entrenador después de haber salido de la que es mi casa, Bilbao”. Txus Vidorreta nunca ha negado la importancia de la isla Bonita en su carrera, su segundo hogar baloncestístico, después de haber tenido que salir de Bilbao, su verdadera casa, donde empezó a entrenar y donde sufrió el no poder ascender en los despachos tras haberlo logrado en lo deportivo.
“Sé lo complicado que es sustituir a alguien como Alejandro Martínez porque algo similar sucedió cuando yo dejé Bilbao”, reconoció en una entrevista a este periódico el técnico, todo un ídolo en Bilbao desde que empezara en la cantera del Caja Bilbao, club con el que logró el ascenso deportivo en la 93/94. En aquella ocasión no pudo consumar dicho ascenso por cuestiones económicas ya que el club vasco no podía hacer frente a los pagos necesarios, comenzando una de las etapas más importantes en su carrera.

Tras dirigir a varios clubes bilbaínos,La Palma tocó a su puerta para dirigir en EBA, ascendiendo a LEB 2 y recibiendo, otras vez, la llamada de su querido Bilbao: “De 2001 a 2010 crecimos todos juntos, equipo, afición y club, por lo que fue algo muy especial para todos los que pudimos vivir aquello”.

Pero la experiencia en el Bilbao Basket no fue una más, sino la más importante en la historia de la entidad vasca. Bilbao ascendió con un equipazo a LEB y a ACB, convirtiéndose en los Hombres de Negro, un equipo que quería rivalizar con el todopoderoso y clásico Baskonia en la lucha por ser referente del baloncesto en el País Vasco.

Con competición europea incluida, Vidorreta dejó su sello en Bilbao antes de tener que hacer las maletas tras un acuerdo “muy bueno para el club” que casi era la prioridad de un entrenador agradecido por todo lo recibido.

Más tarde llegaría Alicante, Estudiantes y, posteriormente, el CB Canarias, donde espera echar raíces y con el que regresa hoy a Miribilla, uno de los pabellones donde mejor ambiente de baloncesto hay de toda la Liga Endesa: “Nunca dejará de ser especial regresar a Bilbao, la gente me trata muy bien allí. Es bueno cuando vez que reconocen tu trabajo de esa manera como lo hacen allí”. Por el camino, después de todos estos años, a Vidorreta le ha dado tiempo, por ejemplo, para ganar una medalla de oro en el último Eurobasket, o para hacer unas temporadas más que dignas con el Estudiantes, equipo llamado a estar en una crisis permanente. “Creo que hice una buena labor allí, aunque ahora, obviamente, estoy centrado en el Iberostar Tenerife”.

Años amargos

El Bilbao que se encontrará hoy Vidorreta sigue siendo un buen equipo, pero poco queda de aquel proyecto mastodóntico impulsado por Gorka Arrinda. Raúl López, Axel Hervelle y Álex Mumbrú son los supervivientes de aquella aventura y para serlo han tenido que rebajar considerablemente sus sueldos, llegando a verlos recortados hasta en un 60%. Atrás quedaron los tiempos de fichajes internacionales arrebatados a otros grandes europeos y de aquella mítica final de la Liga Endesa frente al FC Barcelona pero hoy, en Miribilla, todos volverán a recordar a una de las piedras angulares fundamentales para que la capital vasca pueda tener baloncesto de élite y siga mirando desafiante a nada más y nada menos que el Baskonia.