Tenerife

El Gobierno insular alerta de los riesgos ecológicos de la planta de biomasa

José Antonio Valbuena y Alejandro Molowny. / DA
José Antonio Valbuena y Alejandro Molowny. / DA

El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Cabildo de Tenerife, José Antonio Valbuena, explicó ayer que el Cabildo deberá analizar en detalle las características de la futura planta de biomasa que se pretende instalar en el puerto de Granadilla y de sus posibles riesgos desde el punto de vista ecológico, sobre todo, motivado por la importación de especies vegetales que puedan provocar un daño al ecosistema. En este sentido, el responsable insular indicó que se ha recibido una solicitud para la instalación de la mencionada infraestructura, pero en un primer momento se rechazó porque la ubicación, en primera línea del puerto, no era la adecuada. “Aún no nos ha llegado la memora ambiental pero cuando llegue se analizará en profundidad”, matizó.

Recordó que en los planes del Cabildo no está previsto la utilización de la biomasa como generador de energía, no obstante, no se rechaza su uso para otro tipo de infraestructuras como por ejemplo planta alojativa y otros grandes centros.

Valbuena reconoció que este tipo de planta le preocupa ya que hay especies invasoras, como la conocida como rabo de gato, que no se destruyen con el fuego, sino que se expanden. “Hay que analizar si a la hora de traer ese combustible para la planta este tipo de especies puedan introducirse y provocar un daño desde el punto de vista ecológico”, recalcó.

Congreso de residuos
Valbuena llevó a cabo estas declaraciones en la presentación del Congreso Internacional sobre Residuos que acogerá la Isla el 9 y el 10 de junio. El consejero, que estuvo acompañado por el jefe de servicio, Alejandro Molowny, recalcó que en este encuentro, al que se invita a participar a distintos agentes de este ámbito y expertos, se deben marcar las líneas de actuación para que Tenerife vuelva a ser referente en la gestión de los desechos, como así lo hizo hace 33 años. Valbuena reconoció que los ratios de la Isla en cuanto a la reutilización de los residuos están por detrás de las cifras europeas e insistió en la necesidad de trabajar para que, en un plazo de diez años, se pueda alcanzar el objetivo de generar cero residuos.