nombre y apellido

Natalie Cole

Se despidió con el Año Nuevo; había cumplido los sesenta y cinco y sus problemas de salud -hepatitis C e insuficiencia renal, parcheada con un trasplante- confluyeron en un fallo cardíaco que cerró una biografía compleja, influida para bien y para mal por la poderosa sombra de su padre -Nat King Cole- pianista y cantante de éxito mediado el siglo XX. En la universidad, de la que salió sin graduación, militó en el Black Panther Party y se inició en el consumo de drogas que lastraron una carrera que comenzó con los mejores augurios. En 1975 fue fichada y promocionada por Capitol Records con resultados espléndidos e inmediatos (a partir de Inseparable, su primer hit) que llegó a encelar a su admirada Aretha Franklin, la número uno del soul.

Adicta a la cocaína y la heroína, que abandonó en alguna ocasión para volver a recaer, su talento y facultades (una voz potente y, a la vez, aterciopelada y una singular sensualidad) tuvieron el reconocimiento de la crítica y el público y con periodos de frenética actividad y paréntesis de silencio, reunió una notable discografía a lo largo de cuatro décadas, que incluyó 25 títulos – premiados con nueve Grammys, siete discos de platino y ocho de oro – y concluyó en 2013 con el excelente álbum Natalie Cole en español. Con el nuevo siglo y el propósito de ayudar a los demás “y reforzar mi voluntad para no recaer en mis graves errores” publicó el libro autobiográfico Un ángel sobre mi hombro en el que, con sinceridad e incluso crudeza, relató sus problemas con el alcohol y los narcóticos “desde los más leves, como la marihuana, a los mortales como la heroína”, la influencia determinante de sus dependencias en sus fracasos personales y familiares, y las declaraciones sobre sus posiciones y actitudes sociales y políticas y los conflictos éticos y religiosos que, desde la juventud, la acosaron. El éxito editorial facilitó su aparición en programas especiales de televisión y la producción del filme Viviendo para el amor que descubrió, notablemente suavizadas, sus experiencias desde la niñez, en un clima de abierto racismo, sus mejores actuaciones como cantante de soul, jazz y pop, sus épocas de paz y sus conflictos domésticos, su estrecha relación con su famoso padre a quien homenajeó en un dueto virtual Unforgettable, que permaneció cinco semanas en la cabeza del hit parade norteamericano, del que se vendieron catorce millones de copias en todo el mundo y que fue valorado como el acontecimiento musical de 1991.