otras coordenadas

Un nuevo año 2016 joven y con mucha ilusión

Atrás quedó el 2015 con sus acontecimientos y su historia; con sabores de alegrías y tristezas. Ahora descansa en la tumba de las hemerotecas de un pasado que fue presente. La vida, al igual que cualquier ser vivo, también cumple años; nos preparamos para recibir al joven año 2016; sin saber que nos deparara a lo largo de sus doce meses. Lo importante de la vida es la oportunidad que nos ofrece de vivir; de continuar asistiendo con salud a sus jardines naturales; manantiales, montañas, mares, ríos, de poder ver la salida de un nuevo sol y la luz de la noche de una luna llena. Del mismo modo, ser los “arqueólogos” en la búsqueda de los valores; pilares importantes para que la vida tenga un sentido, una razón por la que vivir y luchar. Es difícil, por no decir, imposible, reunir a todos los habitantes del planeta tierra en una gran mesa imaginaria; con el propósito de poder llegar a un consenso, donde todos estuviéramos de acuerdo en poder construir un mundo más justo, solidario, caritativo, generoso y noble. Lo sé, es imposible, especialmente porque somos humanos y no somos perfectos. Sin embargo, y por lo que a mi respecta, seguiré intentando ser útil, agradecido con lo que la vida me sigue ofreciendo, intentando dar un poco de mis sentimientos, de mi corazón a los más necesitados; a ese mundo que muchos ojos no quieren ver, pero que existe entre altas montañas de la otra cara oculta de la vida.

El joven año 2016 entra en un momento, donde el mundo gira con connotaciones múltiples y diversas; lleno de objetivos pendientes; rodeados de manicomios incesantes de los poderes fácticos, las luchas por las conquistas de las fronteras, la profanación de las tierras bíblicas, el terrorismo de la venganza, del odio, rencor, el cual no justifica de ningún modo, ideologías religiosas, colores ni banderas que flamean en el sentir de los ciudadanos de un pueblo, de una región de una comunidad y de una nación. Pese a todo ello, intento ser optimista, quiero que mi vida, la de este nuevo año 2016, comience con energías, vitalidad, pensamientos y acciones positivas. Atrás quedan recuerdos manantiales de lágrimas que recorren entre velas encendidas y flores en los corazones de los seres queridos. Es momento de reflexión, de serenidad, de buscar soluciones que fabriquen caminos positivos, mochilas de amor, de esperanza y no de bombas de color de tinta de sangre roja; comportamientos irracionales abocados a la sin razón. Sembremos árboles de esperanzas, de paz, solidaridad con los más necesitados; las armas no son medicinas que curen ni que alivien el dolor y la miseria del hambre. Son la destrucción de la humanidad, de las fronteras y del mundo. Quiero un techo azul, nubes blancas con el signo de la paz; palomas mensajeras que lleven en sus anillas un mensaje de amor, de consensos, donde busquemos en nuestros corazones la nobleza, la bondad, el amor, el respeto entre nosotros mismos y sentirnos orgullosos de nuestra dignidad, y, no por lo que valemos, sino por lo que hacemos por las causas más justas en el planeta tierra. Quiero escuchar música llena de vida y no fúnebre sentenciada por las manos humanas del terrorismo. Deseo que este nuevo año 2016 sea más tolerante, solidario, generoso y comprensivo. No quiero riquezas materiales. Sólo deseo valores que me inyecten vida y humildad para poder compartir con los más necesitados.