El PSOE canario no quiere el pacto con el PP y duda sobre Podemos

En la ejecutiva regional ven “muy complicado” evitar las elecciones anticipadas, tanto como que alguien dé el paso para que se ponga en marcha la cuenta atrás

En la víspera de un trascendente Comité Federal del PSOE, aunque luego termine siendo el parto de los montes, José Miguel Pérez coincidió ayer en Madrid con Pedro Sánchez en un acto sobre educación. En el marco de la ronda de contactos que inició el lunes, el secretario general tenía en su agenda sendas citas con los dirigentes territoriales de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Cataluña, Miquel Iceta; Asturias, Javier Fernández; País Vasco, Idoia Mendia, y Andalucía, Susana Díaz. El de Canarias lo hizo al margen, porque ya forma parte de la ejecutiva de Sánchez, que esta mañana desarrolla una sesión previa al máximo órgano entre congresos. En ese foro tendrá la oportunidad de intercambiar impresiones y  proyectar sus puntos de vista respecto del atasco institucional derivado de las elecciones del 20 de diciembre. Fuentes de la dirección regional transmitieron a este periódico un  criterio “claramente” contrario al pacto con el PP y expresaron sus dudas sobre un eventual acuerdo de gobierno con Podemos. “A día de hoy, la salida natural es la convocatoria anticipada [de comicios]”, admitieron. “Alguien debería sacrificarse y someterse a la investidura para que se ponga en marcha el mecanismo constitucional de la cuenta atrás de dos meses”. El martes se comprobará si el rey está en condiciones de proponer a un candidato, tras haber declinado Mariano Rajoy el ofrecimiento que Felipe VI le hizo el viernes de la semana pasada. Pedro Sánchez tampoco se atreve, así que habrá que echarle imaginación y mucha paciencia.

Las baronesas y los barones del PSOE son como los lagartos de la mítica serie V: van mudando de piel conforme se acerca un gran acontecimiento. En la trama televisiva, un grupo de alienígenas llegaba a la Tierra para colaborar con la humanidad. Pero lo que  se suponía que era una relación amistosa se transformó en una guerra por la supervivencia. Casi treinta años después de su estreno en España, la situación del Partido Socialista es, más bien, un capítulo de Expediente X.

“Una cosa es la intención y otra la posibilidad”, recalcan desde el PSOE canario en relación a la configuración de un Ejecutivo de “progreso” con los de Pablo Iglesias como socios de referencia. “Las líneas rojas están perfectamente definidas: por el referéndum de autoderminación no pasamos. Parece que eso está desbloqueado. Sin embargo, los números no salen. Habría que sumar a bastante gente y sabemos que es dificultoso, muy complicado. El problema no es Podemos en sí, sino que no podemos”.

Lo del PP tampoco lo ven factible: “En estas circunstancias, sería malo para la democracia”.