La crónica de la semana

La ronda del rey es un rondo

Enfoque_31 de enero de 2016

A los camiones de la mudanza de la Moncloa se les están agotando las baterías. Y a los españoles, la paciencia. El rey debe de estar hasta la coronilla de tanto regate sin sentido. La ronda de contactos de Felipe VI para designar al candidato a la presidencia del Gobierno ha degenerado en un rondo, así que no sería de extrañar que el monarca escribiera en su agenda el nombre del seleccionador nacional de fútbol. Para interpretar el lenguaje de los árboles, qué mejor que llamar a consultas a Del Bosque. Estaría más convincente que mucha gente que se dedica a la política.

La segunda tanda de lanzamientos de penaltis la abrieron, como de costumbre, Pedro Quevedo (NC), por la mañana, y Ana Oramas (CC) en la sesión vespertina. Al mediodía fue Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias. En esta primera jornada, la diputada de Coalición Canaria se salió con una vistosa jugada en el área pequeña. “¡Hay que poner cabeza a esto!”, exclamó en la rueda de prensa posterior a su encuentro con un “sereno” y “expectante” jefe de Estado. Le trasladó la sugerencia de que “se busque una fórmula jurídica” que permita repetir el partido (las elecciones) aunque no haya una investidura. O que alguna persona, ella misma, se presente de voluntaria para activar la cuenta regresiva de dos meses. Al día siguiente matizó su predisposición a hacer de cuco del reloj de la Constitución. Sí se mantuvo firme a la hora de negar su voto a un pacto en el que participe Podemos, a pesar del tirón de orejas del secretario general de CC, José Miguel Barragán, por haberse ido de la lengua sin haber escuchado el criterio de los órganos de dirección.

“Es una libertad encarcelada, que dura hasta el postrero paroxismo, enfermedad que crece si es curada. Este es el niño Amor, este es tu abismo: mirad cuál amistad tendrá con nada, el que en todo es contrario de sí mismo”. Disculpen las molestias. Se ha producido una interferencia. Este soneto es del otro Quevedo. El parlamentario de Nueva Canarias le pasa la pelota al socialista Pedro Sánchez, pero califica de “insólito”, “injusto” y “feo” que Mariano Rajoy no entre a disputar el balón. “Ni contigo ni sin ti mis penas tienen remedio. Contigo, porque me atas y sin ti, porque me desespero”. Así están también el PSOE y CC en el Ejecutivo de Clavijo. La censura en La Victoria es una correa de transmisión de la desconfianza.