Europa recuerda el 27 de enero, como cada año, desde 2005, el Día Europeo de la Memoria del Holocausto o Yom HaShoah. Cuando se cumplen once años desde la institución de esta fecha, en Canarias sigue pasando desapercibida o ignorada la disposición institucional europea sobre el compromiso adquirido por los Estados miembros de respetar las normas más elevadas de los Derechos Humanos y de no discriminación y de asunción de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, especialmente en lo que concierne al recuerdo de las víctimas del nazismo en la II Guerra Mundial. Valga esta apreciación personal como un toque de atención y no como un reproche.
En otras ocasiones ya me había expresado públicamente sobre la conveniencia de que las instituciones canarias tuvieran en cuenta el mandato de la Unión Europea acerca de la recordación de las víctimas del Holocausto o de la Shoah. A modo de sugerencia, invitaba e invito nuevamente, no sólo en las Islas, sino en todo el mundo, a que se detengan, al menos, unas horas, a reflexionar sobre la recomendación o mandato de la Unión Europea en esta materia, según se recoge en el texto de la resolución de 26 de enero de 2005.
Resulta desconcertante que habiendo dos comunidades judías en Canarias pase inadvertido en las Islas el 27 de enero como el Día Europeo de la Memoria del Holocausto o de la Shoah, ni tan siquiera con una declaración institucional, como se ha hecho en los Parlamentos de Madrid, Baleares, País Vasco, Andalucía, Cantabria, Asturias, La Rioja, Ceuta, Extremadura, Navarra, Valencia y Aragón y espero que así se siga haciendo, independientemente del color político dominante ahora y en el futuro.
La resolución de 26 de enero de 2005 señala que el Holocausto o Shoah marcó la conciencia europea, especialmente, por el odio criminal hacia los judíos y la población romaní a causa de su identidad religiosa y racial, pese a lo cual el antisemitismo y los perjuicios religiosos y raciales siguen siendo un peligro muy grave para las víctimas y valores europeos e internacionales de la democracia y de los Derechos Humanos y el Estado de Derecho y, por consiguiente, para la seguridad general en Europa y el mundo.
Los judíos en Europa experimentamos una inseguridad mayor debido al antisemitismo que se difunde por Internet y redes sociales y se manifiesta en actos de profanación de sinagogas, cementerios y otros lugares de culto y mediante atentados contra escuelas, empresas y centros sociales judíos.
@Benisri