La cabalgata de los Reyes Magos trae carbón a los trabajadores de la minería. Más de lo mismo. El 20 de diciembre, los electores dejaron en las urnas caramelos envenenados envueltos en papeletas. Sin una mayoría estable que llevarse a la boca, los candidatos endulzan el sinsabor con la
amargura de los adversarios.

En Izquierda Unida exploran vías para escapar del tumulto. Tal como declaró ayer Alberto Garzón en La Sexta, se plantean un “debate colectivo abierto a cualquier cosa” y sin descartar nada, ni sobre las siglas ni sobre el liderazgo, “para avanzar hacia un instrumento mucho más fuerte”. El coordinador de la federación canaria, Ramón Trujillo, no lo ve con malos ojos, pero alerta contra el “exceso” de autocrítica. “Si caemos en las trampas que nos ponen, el análisis nos llevaría a soluciones erróneas”, argumenta en una conversación con el DIARIO. Para él, el origen de los pésimos resultados no se explica tanto por causas internas como por factores externos. A la denostada ley electoral añade en esta ocasión lo que denomina “sabotaje mediático”, cuya última demostración sería la “manipulación informativa” de El País en torno a un supuesto desmantelamiento de Izquierda Unida. “Se ha publicado un estudio sobre las portadas de los cinco principales periódicos de España entre el 4 y el 19 de diciembre del que se desprende que la presencia de IU era 83 veces inferior a la de Podemos y 22 menos que la del PSOE. Si a eso sumanos que se nos excluyó de los debates y demás, bastante hemos resistido”. Desde esa perspectiva, comenta, “la base del problema no está en el mensaje, sino en uno que no se emite”. Y no habla de “pequeñas” diferencias de proyección. “Son espectaculares”, recalca. Un tercer elemento que señala Ramón Trujillo se refiere a un voto útil : “La población que no simpatiza con Mariano Rajoy consideraba que la prioridad era expulsarlo, lo cual perjudicó a la izquierda menos visible en los medios de comunicación”. Ante la perspectiva de un adelanto de los comicios, el dirigente regional de IU teme que se produzca una polarización entre el PP y Podemos o incluso el PSOE si Susana Díaz releva a Pedro Sánchez. “El bipartidismo saldría reforzado”, pronostica. Para evitarlo, propone “un gran pacto reformista”.
Ramón Trujillo expondrá esas ideas en el Consejo Político de este sábado.