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Yogui Berra

Yogui Berra tenía que haber nacido en Tenerife, pero no fue así. Nació en San Luis, Misuri, USA. Y dedicó su vida a jugar al béisbol, siendo un nombre importante en este deporte. Llegó a ganar diez series mundiales con los New York Yankees, los Bombarderos del Bronx, siendo el jugador que más títulos posee en la historia de esta competición. Su posición en el terreno de juego era de catcher, que es el encargado de recibir la bola que con gran potencia y efecto endiablado, lanza el pitcher con la intención de que el bateador no acierte a darle y así poder eliminarlo del juego. Y digo que tenía que haber nacido en Tenerife, porque era un auténtico personaje. Con esas características especiales tan frecuentes entre gente nacida en nuestra tierra. Yogui alcanzó la fama, no sólo por su condición de beisbolista, sino también por sus famosas frases y sentencias en respuesta a preguntas de los periodistas. Nunca dejaba a nadie indiferente y su corte de admiradores fue creciendo hasta tener una legión de seguidores que le profesaban fidelidad absoluta como a un gurú filosófico. Voy a dejarles algunas de sus citas que han pasado a la posteridad.

Entre sus frases geniales están : “El futuro no es lo que solía ser” y “El juego no se acaba, hasta que se termina”. En cierta ocasión, durante un partido, saltó desde el público al terreno de juego, una persona practicante del streacking, modalidad que consiste en irrumpir corriendo, de forma completamente desnuda, en un evento o competición deportiva. Preguntado Berra al respecto, no dudó en responder: “No podría decir con certeza, si el nudista era hombre o mujer, pues se cubría la cabeza con una bolsa de plástico”. También son suyos los siguientes comentarios: “El béisbol es en un noventa por ciento mental. La otra mitad es física”, “Siempre suelo ir a los entierros de los demás, porque de lo contrario ellos no vendrán al mío” y “Si no sabemos hacia donde vamos, terminaremos en cualquier parte”.
Una vez, un periodista le hizo una entrevista-encuesta, donde iba la siguiente pregunta: ¿Qué haría sí se encontrara un millón de dólares? Yogui, cariacontecido respondió: “Si fuera de una persona pobre, se lo devolvería”. Otra vez, a la salida de presenciar una película en el cine, le preguntaron por el trabajo de un determinado actor. No dudó en responder: “Se ve que la hizo antes de morir”. Era una fuente inagotable de disparates antológicos que soltaba convencido de que sus reflexiones asombraban a la audiencia: “Uno puede observar muchas cosas, con sólo mirar”, “Si encuentras una bifurcación, tómala” o “Ya nadie va a ese restaurante, porque siempre está demasiado lleno”. Sus declaraciones llegaron a generar tal expectación, que una compañía de seguros lo contrató para un spot publicitario en el que decía: “Y te pagan en efectivo, lo cual es tan bueno como sí lo hicieran con dinero”.

“No puedo concentrarme, mientras pienso”, “Los parecidos entre mi padre y yo, son completamente diferentes” y “Tienes que dar el 100% en la primera parte del partido. Sí eso no ha sido suficiente, entonces debes dar lo que queda”, demuestran que el manantial de ocurrencias era inagotable. En una pizzería le preguntaron en cuantas porciones quería que le cortaran su pizza. Tras reflexionar un momento, respondió: “Córtemela en cuatro trozos, porque no tengo apetito como para comer seis u ocho”.

Yogui falleció el último septiembre a la edad de 90 años, no sin antes dejarnos dos importantes citas relacionadas con el tránsito a la otra vida. Una vez le preguntaron si quería ser enterrado en San Luis, su ciudad natal. Zanjó la cuestión con un: “Pregúntenmelo cuando llegue el momento”. También su esposa Carmen, que falleció un año antes, un día le había preguntado donde le gustaría que reposaran sus restos. Él respondió: “Sorpréndeme”.
Tenía que haber nacido en Tenerife… Deja ver…