Ansorena Omarzabal: “Si ETA no me sacó el impuesto revolucionario, como iba a pagar”

Ansorena Ormazabal, durante su declaración / SERGIO MÉNDEZ
Ansorena Ormazabal, durante su declaración / SERGIO MÉNDEZ

“Si ETA no me sacó el impuesto revolucionario como voy a pagar 45 millones de pesetas…no te arranco la cabeza de milagro”, le espetó José Ramón Ansorena Ormazabal a Arsenio Zamora, cuando este le pidió esa cantidad de dinero, en una gasolinera, para que “Félix Sierra y los técnicos” agilizaran los trámites de una licencia paralizada en el Ayuntamiento y que finalmente terminaría con Ansorena Ormazabal, empresario y aparejador vasco, “en la ruina”, según afirmó en una intervención cargada de firmeza y vehemencia. “Desde aquel día no habló con Zamora, porque me la metió doblada”, afirmó de quien dijo haber conocido en unas reuniones de amigos que se celebran habitualmente en Los Cristianos, desconociendo hasta entonces que tuviera tantos contactos en el Ayuntamiento, en donde “se conocía la oficina de Urbanismo mejor que los concejales”, afirmo el empresario supuestamente extorsionado.
Los Ansorena relataron que el informe favorable del Ayuntamiento lo elaboró el secretario fallecido Juan José Álvarez, “en su último día de trabajo antes de jubilarse, diciéndonos que: lo firmo y que se jodan”, después de que los Ansorena hubieran obtenido por medios externos los informes favorables del Cabildo y de Costas. Sin embargo, el 5 de mayo de 2005 retiraron el proyecto del Ayuntamiento, tras gastar 1.800.000 euros en las obras y algo más de 300.000 euros en devoluciones a clientes que habían reservado viviendas, como el propio secretario que adquirió dos a través de una inmobiliaria. Para los Ansorena, era una norma habitual en aquellos tiempos poner a vender viviendas con el inicio del movimiento de tierras, sin tener la licencia municipal y lo hicieron porque “nos dijeron hasta en 30 ocasiones que no habría ninguna zancadilla a la licencia, luego no nos pusieron zancadillas, sino socavones”, dijo Ansorena Ormazabal que admitió haberse arrepentido alguna vez de no haber pagado los 45 millones de pesetas, “porque hoy no estaría arruinado”.

El juicio continuará el miércoles, aunque habrá combio con la lista de testigos, tras las ausencias de ayer y otros que han sido excluidos por tratarse de piezas separadas dentro de este macrojuicio que se celebra en la sala 6 de la Audiencia Provincial bajo la presidencia de la jueza Lucía Machado.