VENEZUELA

La Asamblea reclama ayuda externa ante la emergencia alimentaria

La crisis alimentaria que sufre Venezuela, con el desabastecimiento de productos básicos en el mercado llegó al Parlamento, donde se debatió la propuesta de la mayoría opositora para que el Gobierno adopte una serie de medidas con carácter de urgencia para poner freno a esta situación. Con el voto favorable de la mayoría de la Mesa de la Unidad, la Asamblea Nacional aprobó la declaración del estado de emergencia alimentaria en Venezuela.

Una declaración que va a ser desoída por el Ejecutivo de Maduro, que aprobó a mediados de enero un decreto de emergencia económica, que fue rechazado a su vez por parte de la mayoría de la Asamblea Nacional. Sendos decretos son irreconciliables, entre otras cosas, porque parten de fundamentos contradictorios. Mientras uno está concebido para hacer frente a la presunta “guerra económica” que ha invocado el chavismo para justificar la profunda crisis que sufre Venezuela, el que acaba de aprobar la Asamblea está basado en reconocer que han sido las políticas del Gobierno venezolano las que han propiciado esta situación.

La propuesta que acaba de aprobar la Asamblea insta al Gobierno a que adopte “las medidas necesarias para garantizar el abastecimiento a la población venezolana de manera inmediata a través de la producción nacional”, poniendo el acento en el apoyo para revitalizar la producción nacional.

En esta línea, proponen, entre otra serie de medidas, adoptar mecanismos para “restablecer la seguridad jurídica y popular en las zonas agrícolas”, incrementar los créditos al sector agropecuario o incentivar la actividad privada en el ámbito rural.

Asimismo reclaman mediadas de carácter provisional para solicitar ayuda humanitaria a organismos internacionales para hacer frente “a la amenaza de hambruna”, reclamando además una comisión de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) para que evalúe la situación de seguridad alimentaria en el país y otra de Unicef que analice la malnutrición infantil entre la población venezolana.

El debate para la aprobación del decreto de seguridad alimentaria arrancó con una exposición sobre la situación que atraviesa Venezuela, realizado por el rector del Instituto de Investigaciones de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Pedro España, quien señaló que “no hay que ser nutricionista para saber las consecuencias de la dieta que lleva ahorita el venezolano”. Asimismo, destacó que la población tarda una media de 10 horas en conseguir alimentos, tal y como recoge la prensa venezolana. El encargado de defender la declaración fue el presidente del grupo parlamentario de la Mesa de la Unidad, Julio Borges, quien subrayó que “Venezuela está hoy sin comida, sin medicinas y sin seguridad”, según informa El Diario de Caracas. El líder opositor señaló directamente a las políticas del Gobierno como responsables de esta situación. “Todo está diseñado para que no haya inversión, creación de empleos ni producción. La economía de Venezuela murió”.
Una postura que respaldó el diputado de la oposición Julio César Reyes, quien señaló que “la crisis de alimentos se debe a un conjunto de situaciones, como las expropiaciones, confiscaciones, la congelación de los precios, la inseguridad en el campo y la falta de infraestructuras”.

Por la bancada oficialista, que rechazó la declaración, Ricardo Molina, diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela , advirtió de que con la aprobación de esta medida “hay que intervenir las empresas del sector privado”, señalando en concreto a la Polar.
Sostiene que “nosotros queremos ver el texto en concreto de la declaratoria de emergencia alimentaria porque de ser así, tendríamos que decir al presidente de la República que con ese decreto, con esa declaratoria intervenga la Polar y sincere la producción de harina de maíz en Venezuela”, según recoge el periódico El Universal.