El tinerfeño afincado en Tailandia, Aitor Alonso, fue derrotado en su primera experiencia dentro del salvaje mundo del lethwei. El fajador tinerfeño se adentró en el arte marcial más extremo del mundo y cayó con honor, como le gusta a los birmanos, dando la cara y dejando la de su oponente hecha un cuadro. Así lo podemos ver en el vídeo anterior.
Su adversario en el combate, que duró casi 10 minutos, fue Soe Lin Oo, un ídolo local. “Su cabeza era dura como el suelo”, aseguraba Alonso entre risas al finalizar la contienda celebrada en Rangún. No obstante, terminó con tres heridas en la cara y una necesitó de 15 puntos de sutura.
“Eso de pegar puños en el cuerpo a cuerpo es totalmente diferente, si no hubiese sido por eso no podía conmigo, pero me voy contento con la experiencia y estoy seguro de que la próxima vez tendré mucho más cuidado con esos puños”, aseguraba Aitor.