Una misteriosa y elegante señora que visita el Parlamento de Canarias por sorpresa de uvas a peras convidó a bizcochos bañados en miel de palma como aperitivo del pleno en el que se iba a debatir la constitución de una comisión de estudio del régimen electoral y a degustar dialécticamente el típico producto gomero, patrimonio agroalimentario de la isla. Las manos pegajosas y los plastones en el suelo de algún grupo testimoniaron el agasajo.
Casimiro Curbelo fue doblemente protagonista: amenizó la previa del almuerzo con galletas de la triple paridad -los dos diputados y la diputada de ASG se abstuvieron- y endulzó la mañana del día siguiente con la sabiduría ancestral de la savia. Así como en una de las actuaciones se fusionaron dos iniciativas en un texto común; en la otra, también. Las proposiciones no de ley de Podemos y ASG sentaron las bases de un acuerdo por el que se insta al Gobierno de Canarias a defender ante el Ejecutivo central y la Comisión Europea “la excepcionalidad y el uso legal del concepto de miel de palma, y la denominación de origen” para esta genuina manifestación de la “identidad culinaria” y economía sostenible. La formulación va más allá de la expresión folclórica. La Cámara regional emplaza a las autoridades autonómicas a incentivar un plan de recuperación de la especie endémica Phoenix canariensis, que facilite la pervivencia del sector. En el cogollo de la cuestión está la competencia desleal.
Paco Déniz precedió a Curbelo en el uso de la palabra con una impetuosa invocación de la “dignidad de los canarios”. Después, el presidente del Cabildo de La Gomera le tiró una puya: “Guarapero no puede ser cualquiera. Se necesita un carné específico, porque es una actividad reglada”.
En el fondo del paisaje, se extiende una rivalidad por la representatividad. Como en una novela de espionaje, los sabuesos rastrean los pasos de Curbelo y compañía. Yaiza Castilla registró el lunes en el Senado una moción similar y, el martes, Ventura del Carmen Rodríguez (PSOE) preguntó al consejero Pedro Ortega en la sesión de control. No fue contingencia, sino coincidencia estratégica. Cada vez que interviene ASG, ella manda una nota de prensa. Para despistar, Curbelo lanzó la caña del atún rojo y picaron el anzuelo. Se disputan el reparto de la cuota.
Simultáneamente, la CE catalogaba la cochinilla con la etiqueta de Apelación de Origen Protegida (AOP). Este colorante que se extrae del parásito de las tuneras cultiva una vieja tradición que atrajo riqueza en épocas pretéritas. El sello otorga carta de naturaleza a un tinte cuya calidad no tiene color. La próxima aventura será potenciar el valor añadido del aloe vera.