Con el turno de los testigos propuestos por las defensas, los acusados aligeran peso de culpabilidad, aunque hasta ahora se ciñen a relatos interesados más que a pruebas consistentes, tarea ésta encomendada a la parte acusatoria en el llamado caso Arona 1.

En la decimoctava jornada del juicio oral, dentro del trío de testigos, destacó la presencia del exalcalde Antonio Miguel Delgado Díaz, quien ocupó en cargo antes de la llegada de José Alberto González Reverón, justamente desde 1997 a 2003.

El hoy maestro de EGB jubilado, vino a confirmar que “de siempre”, en el Ayuntamiento se concedían licencias sin estar gestionadas las unidades de actuación, como requerían los diferentes juristas del Consistorio, y en este caso, Delgado ratificó que “se daban las licencias, pese a los informes jurídicos negativos, porque se pedía un aval a los promotores para que se comprometieran a terminar la urbanización, y aunque no se cumpliera al pie de la letra con la ley se concedía la licencia”, explicó Delgado, ante las preguntas de Olga López, letrada de la junta de gobierno que se sienta en el banquillo acusada de prevaricación urbanística.

El exalcalde admitió que “los informes negativos siempre venían de los juristas”, singularizando en “Manoly Melo”, aunque matizó que ni tenía “nada personal contra ella”, solo trataba de “defender a los vecinos y aplicar el interés general”, dijo.

A la pregunta de la fiscal Francisca Sánchez sobre lo que era para él el interés general, Delgado sacó a relucir un expediente en Los Cristianos en que “un edificio cumplía técnicamente porque todo el fondo de la unidad de actuación cumplía con los 14 metros que debía tener y no una alineación o retranqueo de dos metros menos, como decían los técnicos, cuando el PGO de 1987 ya lo iba a recoger”, vino a contar el exalcalde, quien dijo no haber dado nunca “una licencia con los dos informes, técnico y jurídico, negativo” ni tampoco en “suelo verde o dotacional” como recogía una querella que le interpusieron en 1999 los hoy acusados, Manuel Barrios y José Luis González, entonces en la oposición.

Miguel Delgado, alcalde cuando los Ansorena comenzaron a tramitar la urbanización en Costa del Silencio, aseguró que “nunca” se reunió con el promotor vasco y menos aún que le echaran del despacho, “porque no es mi estilo”, dijo, cuando supuestamente le hablaron de que le habían tratado de extorsionar pidiéndole 45 millones de pesetas. No obstante, Santiago Martínez, acusador particular, le recordó que consta un convenio firmado por él y Ansorena, representante de la empresa a Conale 2000, el 7 de septiembre de 2001.

De este asunto, Delgado, solo dijo que “recuerdo que no se adaptaba el uso que ellos querían para la parcela” y dijo no recordar porque Gomasper si puedo construir al lado 425 viviendas de uso residencial. “No recuerdo” dijo el exalcalde.

Sobre las noticias de corrupción en la oficina técnica del Ayuntamiento durante su mandato, afirmó que “el papel lo aguanta todo” y añadió que “rumores había mil, pero nunca tuve pruebas”, como si sucedió en el caso de un ingeniero que trabajaba con el aparejador Roberto de Luis que fue inhabilitado durante seis años por informar a favor de la licencia (ilegal) de la discoteca Noctúa. “En otros casos nunca tuve un escrito que permitiera abrir un expediente”, concluyó el exalcalde, quien negó quegubiera recibido “un Mercedes de regalo”, aclarando, ya fuera de la sala, “ni siquiera me gusta esa marca”.

Juan Antonio Hernández de León: “José Ramón Ansorena me dijo que sabía cómo acabar con Sierra porque trabajó para el CNI”

El exasesor de Félix Sierra en PP del Cabildo (2003-2007) y exconcejal en Adeje (2011-2015), Juan Antonio Hernández de León, relató que “los Ansorena tenían que justificar ante los inversores y compradores que alguien frenó la licencia y cogieron de cabeza de turco a Sierra”, que en un traslado de Arona a Santa Cruz “me negó todo lo que que se decía en la cinta”.
Hernández de León afirmó que fue Sierra quien colocó a Jaime y Virginia Ansorena, hijos del promotor supuestamente extorsianado, en la empresa GMR y como secretaria de Alarcón en el Cabildo y relató que una noche se encontró al otro hijo, José Ramón Ansorena, en un bar de copas, y éste le dijo que iba a “Sierra es el culpable de la ruina de mi familia y voy a acabar con él”, presumiendo de que sabía como hacerlo porque “había trabajado para el CNI en el País Vasco”.

Magdalena González: “Una persona amenazó a Félix con partirle la cara y matarle”

Dentro del desfile de testigos que la defensa va a utilizar para desacreditar a los Ansorena, principales denunciantes del supuesto cohecho realizado desde el Ayuntamiento, ayer le tocó el turno a Delia Magdalena González Díaz, una excompañera de Reverón, Sierra y Martín, tres de los acusados, en CajaCanarias. La testigo relató que el 4 de noviembre de 2011, mientras caminaba junto a Félix Sierra cerca de la gasolinera de Los Cristianos hacia una notaría, se le acercó un hombre que comenzó a insultar a su compañero: “Menos mal que vas acompañado, porque si no te partiría la cara…como te coja te voy a matar”, invitando a Sierra a denunciarle, aunque hoy dijo no reconocer a quien insultaba a su compañero de trabajo.