La palabra miedo no existe en el diccionario que maneja Nauzet Trujillo. El formidable fajador del equipo Shoothon no sabe lo que es dar un paso atrás en su carrera. No lo dio cuando partía como el saco con el que se iba a entrenar Mario Rodríguez… y Nauzet ganó el emparejamiento o cuando le midieron con Aitor Alonso yendo como víctima… y fue verdugo.

Ahora le toca hacer el más difícil todavía. Para cumplirlo ayer viajó hasta Newcastle acompañado de Daniel Rivero quién estará en su esquina en el combate que le medirá a uno de los mejores fajadores del mundo dentro de la división de las 148 libras, Reece McAllister.

“Siempre he tenido peleas difíciles, con rivales fuertes, de nivel, pero gracias al esfuerzo mío, de mis compañeros y de mis entrenadores hemos podido ganarlos”, asguraba ayer desde el mismo aeropuerto Reina Sofía un Nauzet que reconocía que “esta es una pelea más, pero es muy importante porque McAllister es uno de los mejores a nivel mundial y es una oportunidad enorme que quiero aprovechar así que voy a darlo todo”.

Para el tinerfeño no será un obstáculo ir al patio de la casa de McAllister, allí en Newcastle aunque “pelear fuera de casa es diferente, no hay nada como pelear arropado con el cariño de su gente, de tu afición, eso es lo más grande pero toca ir fuera y la verdad es que también me hace ilusión poder viajar y conocer mundo, es una experiencia más, una experiencia nueva que afronto con muchas ganas”.

“McAllister es muy fuerte y muy completo, con grandísima experiencia, es un top, lo tiene todo”, admitía a la hora de analizar a un rival que duplica sus comparecencias como profesional. Treinta y seis victorias, cinco derrotas y un nulo tiene el palmarés del británico, que ha participado en galas de las mejores organizaciones mundiales como Glory o Yokkao, entre otras.

Con sólo 23 años de edad y desde su 1,83 metros de altura, McAllister se ha convertido en el mejor del Reino Unido en la competente división en la que milita y ya se ha enfrentado a rivales como el legendario Mike Zambidis, con el que perdió en Grecia en una más que controvertida decisión o el tailandés Pettachai, al que noqueó precisamente a domicilio.  El currículo de McAllister no asusta a Nauzet, ni siquiera sus títulos mundiales WMC.

“En el tiempo que llevo peleando estoy muy contento de lo que he hecho”, aseguraba ayer el tinerfeño pocos minutos antes de subirse al avión de Ryanair con destino Newcastle. Desde allí, antes de emprender viaje hacia la gloria, Nauzet recordaba que lleva “una racha buena de victorias y me falta pelear un poco más, tener más oportunidades, que salgan más peleas como esta pero sigo muy motivado, le pongo un montón de empeño y lo único en lo que pienso es tener más oportunidades, poder pelear por cinturones, empezando por el de España y seguir avanzando sin ponerme límites”.

Nauzet no se esconderá y tiene claro que el día 13 “vamos a darlo todo y a dejarnos la piel” con Dani Rivero en su esquina y con el respaldo del trabajo físico que ha hecho con Fernando Hernández Abad. “La preparación con Fernando me ha ayudado muchísimo, estoy mucho mejor, he ganado elasticidad y me veo mucho más ligero con las piernas y mucho más fuerte y la verdad es que como preparador físico si tuviera que ponerle una nota un 10 sería poco y como persona igual, es muy buena persona, muy buen preparador y se preocupa mucho por nosotros”, confesaba un Nauzet que ha ganado “en soltura porque yo que soy un tío muy rígido y lo he notado mucho y también llego con muchísima mejor condición física a las peleas, he notado una mejoría enorme”.