Nauzet se come al lobo en Newcastle

 

Nauzet Trujillo, en su último combate en Tenerife. / S.M.
Nauzet Trujillo, en su último combate en Tenerife. / S.M.

 

Nauzet El Verdugo Trujillo lo volvió a hacer. El tinerfeño llegó a Newcastle como víctima propiciatoria para el lucimiento del campeón europeo y mundial WMC, Reece McAllister, y aguó la fiesta del británico noqueándolo en el segundo asalto para demostrar que además de saber combatir sabe sufrir.

Y es que Nauzet, con Daniel Rivero en su esquina, se enfrentó a todo. Primero a la media hora de retraso que hubo antes de su combate por romperse el cuadrilátero del recinto deportivo donde se celebró el evento. Pero lo peor estaba por llegar.

Nauzet salió más frío de los normal, a McAllister lo calentó toda su fanaticada poniéndose en pie y aplaudiendo a rabiar en su entrada al cuadrilátero. Y más vibraron cuando comenzó el primer asalto porque McAllister salió sin ánimo de hacer prisioneros.

El fajador local metió mucha presión en el episodio inicial y estuvo a punto de liquidar el pleito a las primeras de cambio. Al comienzo alcanzó al tinerfeño con una buen a serie de mano al hígado, patada al muslo y crochet que dejó sentido a Nauzet. Lo peor todavía estaba por llegar. Sin acabar el primer asalto McAllister conectó un codo en la sien de su oponente y varias patadas frontales además de un espectacular barrida que llevó a Nauzet a la lona. La campana hizo el milagro.

El púgil del Shoothon se fue hacia la esquina visiblemente tocado, hasta rompió su ritual de no sentarse entre asaltos “pero es que estaba muy sentido”. Ahí comenzó a ganar la pelea. Espoleado por Rivero, Nauzet creyó.

Salió al ring con la estrategia cambiada. Ya no había tiempo de estudiar al rival ni de verlas venir aunque quedaban cuatro asaltos aún por delante. Pero Nauzet apretó, se hizo grande y McAllister fue menguando. El tinerfeño conectó varias manos, patadas frontales y algunos barridos y cuando se moría el segundo asalto llegó el desenlace.

McAllister había capeado bien el temporal tinerfeño que se le había rebelado, pero no encontró respuesta para el letal y habitual codo en giro de Nauzet. Le impactó de forma estrepitosa y el británico se fue a la lona ante el asombro. McAllister no se levantó, Nauzet sí, desde las cuerdas celebró el triunfo más importante de una trayectoria con una sola derrota en 24 combates y dos años sin perder.

“No quise celebrarlo demasiado por respeto a McAllister, me acerqué a donde estaba porque se quedó inmóvil”, confesaba desde Newcastle un Nauzet que mezclaba euforia y susto porque el inglés fue retirado en camilla del cuadrilátero. “Creo que aproveché la oportunidad de la mejor forma posible aunque McAllister lo puso muy difícil y es otro nivel, es un top, pero demostramos que queremos y que podemos estar ahí”, dijo el tinerfeño.

“Esto supone bastante para mí, McAllister es la élite y espero que sea un peldaño más para seguir subiendo en mi carrera”, admitía Nauzet, que volverá a los cuadriláteros en apenas dos semanas para medirse al grancanario Tony en el Pancho Camurria.

“McAllister es un campeón, un super clase y seguramente habrá revancha en un futuro, aunque la verdad es que no me dijeron nada cuando acabó la pelea”, señaló el hombre que provocó el drama en Newcastle y que no quiso olvidar el apoyo clave de sus entrenadores David Rodríguez y Dani Rivero, sus compañeros y sus patrocinadores.