NORTE

El Noroeste y la Isla Baja también existen

Los siete alcaldes junto al consejero insular Aurelio Abreu, ayer en San Juan de la Rambla. /DA
Los siete alcaldes junto al consejero insular Aurelio Abreu, ayer en San Juan de la Rambla. /DA

“Hoy es un día histórico”. La frase que popularizó al exalcalde de La Orotava Isaac Valencia por pronunciarla en cada acontecimiento de trascendencia en su municipio, la tomó prestada ayer el regidor de El Tanque, Román Martín, durante la presentación de las obras del Plan Insular de Cooperación, que cuenta hasta el año 2017 con casi 10 millones.

“El Noroeste y la Isla Baja también existen”, dijo Martín durante su intervención. De este modo, quiso recalcar que el acto desarrollado en el Ayuntamiento de San Juan de la Rambla logró unir al consejero insular de Cooperación, Aurelio Abreu, y a los siete alcaldes que, independientemente de sus siglas políticas, consideraron que se trataba de una iniciativa trascendente a la que no podían faltar.

Además de Martín, Fidela Velázquez (San Juan de la Rambla); Eva García (Buenavista); Antonio Hernández (La Guancha); José Heriberto González (Garachico); Santiago Martín (Los Silos) y Francisco González, expusieron las principales obras que se ejecutan y se ejecutarán en sus respectivos municipios gracias a la inversión realizada por el Cabildo de Tenerife.

Este plan, que históricamente se había destinado a obras de saneamiento, responde en la actualidad a las demandas de cada ayuntamiento, que van desde la mejora de servicios básicos, como el alcantarillado y la red pública de agua potable, hasta el acondicionamiento de la infraestructura viaria y la rehabilitación de instalaciones municipales. La inversión total asciende a 9.897.993 millones, de los cuales la Corporación insular aporta el 88,60% mientras que el resto le corresponde a las corporaciones locales.

La que más recibe es la de Garachico, con un total de dos millones, que destinará, entre otros proyectos, a la pavimentación de vías, la prolongación del conector de aguas pluviales en El Guincho y las obras de saneamiento de Las Cruces.

Le sigue Los Silos, con 1,5 millones, que empleará para adquirir los terrenos ubicados en la trasera del antiguo convento de San Sebastián y su posterior acondicionamiento para poder organizar allí servicios de competencia municipal, como el mercadillo del agricultor, o actos culturales como el Festival Internacional del Cuento. También se acometerán trabajos de repavimentación y mejora de las vías municipales en los barrios de San José, Fátima, San Bernardo y La Caleta de Interián.

Icod de los Vinos contará con 1,3 millones para realizar el estudio de carga de arena de la playa de San Marcos, mejorar diversas vías municipales y adecuar los polideportivos El Amparo y Sergio Fuentes y la cancha Hércules.

La misma cantidad dispondrán Buenavista y San Juan de la Rambla. En el primer caso, las obras consistirán en labores de mantenimiento, en especial en las carpinterías exteriores de madera, la impermeabilización, los revestimientos del CEIP La Cuesta, el centro ocupacional especial de empleo, la plaza de La Cuesta y el polideportivo de San Francisco. Asimismo, se mejorará el alcantarillado y la red pública de agua potable.

La Guancha tendrá 1,2 millones que empleará, según expuso su alcalde, Antonio Hernández, para ejecutar la urbanización exterior de la futura piscina municipal, la calle trasera de la residencia geriátrica, la mejora de la red de abastecimiento de Santa Catalina y el viario de conexión entre las calles Solítica y Hoya de Giles.

Por último, El Tanque gestionará 1,1 millones para un plan de asfaltado en diferentes núcleos que presentan un alto nivel de seguridad, algunos de los cuales ya culminaron. También se ampliará el cementerio de San José y se finalizará el Centro Cultural de Ruigómez.

Solidaridad y colaboración
Aurelio Abreu sostuvo que las obras fueron elegidas por los alcaldes en base a criterios “de solidaridad y colaboración” y teniendo en cuenta las particularidades de cada localidad. En esa línea, subrayó la responsabilidad de todos ellos ya que los trabajos no respondían a un criterio “electoral” sino a las necesidades reales de la población.