A Diosdado Cabello se le va a caer el pelo. Con el mazo dando, el expresidente de la Asamblea Nacional venezolana y actual diputado chavista replica a quien hoy ocupa su sillón, Henry Ramos Allup, que la marcha anticipada de Nicolás Maduro está fuera de lugar. En el fragor del debate sobre la ley de amnistía, ayer se cumplían dos años del encarcelamiento de Leopoldo López y otros opositores. Por tal motivo, la comunidad en el exterior, la discrepante, se movilizó para clamar justicia.
En Santa Cruz de Tenerife, una delegación de Voluntad Popular, el partido de López, se concentró ante el Parlamento y se reunió con la Mesa. Su intención era entregar una copia del proyecto de ley y solicitar un posicionamiento, como declaración institucional, “en defensa de la democracia y contra la subversión de la división de poderes”. También se prevén contactos con los portavoces de los grupos.
“El Ejecutivo está utilizando al Tribunal Supremo como sicario político para entorpecer la labor del Legislativo”, denunció en declaraciones al DIARIO Máximo Díaz-Estébanez, representante de VP en Canarias. “Leopoldo López convocó a una protesta cívica para el 12 de febrero para llamar la atención sobre los problemas causados por las deficiencias administrativas del Gobierno autoritario de Nicolás Maduro. A pesar del carácter pacífico de la manifestación, las autoridades la reprimieron brutalmente y provocaron la muerte de tres venezolanos. López fue acusado injustamente”.
Acerca de los vínculos de Podemos con el régimen de Hugo Chávez, Díaz huyó de la confrontación. Pero avisó: “Venezuela es el vivo retrato de lo que generan las políticas populistas”.