El pleno en el que se aprobará la creación de una comisión parlamentaria de estudio sobre la reforma del sistema electoral lo han dejado para después de los carnavales. En la sesión señalada para los días 16 y 17 de febrero se tratará una doble solicitud: la de la oposición, presentada en julio de 2015, y la de los grupos del Gobierno (CC-PNC y el PSOE), registrada en enero de este año. La Junta de Portavoces del lunes de esa semana decidirá si se votarán ambas iniciativas o bien un texto unificado. El PP, Podemos, Nueva Canarias y ASG (Mixto) no van a colocar palos en las ruedas y empujarán para que se ponga en marcha un mecanismo de análisis que con tanto ahínco se viene engrasando. Aunque la vinculación de este procedimiento a la modificación del Estatuto de Autonomía es el principal elemento de discrepancia, esta diferencia de criterio no será un obstáculo para el inicio de los trabajos.
Lo que no suscita discusiones de principio es la obviedad de que sea “adecuado para el Archipiélago y en el que todas las islas se encuentren representadas en igualdad de condiciones, tanto en el ámbito territorial como poblacional, conjugando los principios de equilibrio y solidaridad”. El cómo sí va a ser una cuestión peliaguda que los expertos convocados contribuirán a resolver. Los topes electorales son las tapas de los calderos donde se cocina el escrutinio. Y la proporcionalidad se amasa en el zurrón de la triple paridad.
En el punto de partida, las fuerzas que sustentan el Ejecutivo regional consideran un dogma el reparto de los sesenta escaños de acuerdo con los binomios Tenerife-Gran Canaria, orientales-occidentales y capitalinas-no capitalinas. Difícilmente se moverán de esa posición. En el otro bloque son más flexibles; a excepción de la Agrupación Socialista Gomera, que hace piña con los herreños de la AHI, integrados en la bancada de CC.
No es la primera vez que las papas calientes se esparcen sobre la mesa de una comisión de estudio. En la ocasión anterior se quedaron con las ganas de comer. Esta vez se espera que sea la definitiva y que las nuevas reglas rijan las próximas legislativas autonómicas. Promover el pluralismo político y la calidad democrática “sin dañar ni quitar nada a nadie” fue el reto que lanzó NC cuando en 2013 defendió una proposición de ley que se perdió en los pasillos de la retórica. Su único artículo decía: “En aplicación del apartado 2 de la disposición transitoria primera del Estatuto, solo serán tenidas en cuenta las candidaturas que en cada circunscripción insular obtuviera el 5% de los votos válidos”. El desafío es hoy mayor.
ASG apela a la conciencia de las islas no capitalinas
Casimiro Curbelo ha hecho bandera de la triple paridad. El presidente del Cabildo de La Gomera, líder de ASG y diputado autonómico ha remitido una carta -firmada también por los parlamentarios Jesús R. Ramos y Melodie Mendoza- a los “compañeros que, con independencia de la opción política a la que representan, comparten una misma realidad: los ciudadanos de nuestras islas [las no capitalinas] padecen los sobrecostes derivados de la doble insularidad”.
La intención de ASG es alentar “un estado de opinión entre los diputados de las cinco islas no capitalinas para empezar a tomar conciencia del propósito de los que más tienen, de los que cuentan con más recursos y mayores riquezas, de hacerse con mayor poder frente a los que son menos, tienen más y padecen más”.
En tales circunstancias, la Agrupación Socialista Gomera sugiere la constitución de un “foro de discusión” en torno a la comisión de estudio de la reforma electoral. “Creemos que el asunto es de tal gravedad que trasciende el ámbito de los partidos, de las ideologías y de los propios grupos”, recalcan.