La crónica de la semana

Pedro y Pablo, de carnavales

Piloto (presidente) y copiloto (vice) de un coche (Gobierno) de propulsión (coalición) alternativa. / DAEn un episodio de Los Picapiedra, Pedro y Pablo se afanan en meter un piano en casa. El diálogo que sigue a la pedrada en la maceta del cabezota sugiere una conversación exploratoria entre Sánchez e Iglesias:

-Perdona.

-Calla y empieza a empujar.

-¡Vaya!, casi lo echo a perder. Te prometo, Pedro, que tendré cuidado. Y no haré ningún ruido.

-¡Qué bueno! Y yo te prometo que jamás cometeré el error de pedirte ayuda, zoquete.

-Está muy pesado.

-¿Cuándo has visto que un piano sea ligero? No lo vayas a soltar. ¿Qué te pasó? ¡Otra vez!

-¿Está todo listo, Pablo?

-Ya está todo listo, Pedro.

-Ahora, con mucho cuidado.

-¡Correcto! ¡Arriba!

El piano se cae y el golpe despierta a Wilma (Susana Díaz):

-Pedro, ¿qué fue ese ruido?

-No es nada, linda. Debes de haber tenido una pesadilla ruidosa, je, je, je…

-¡Ah! Buenas noches.

-¡Que sueñes conmigo!

-¡Oye, Pablo!

-¡Sí, Pedro!

-Deja de estar jugando, vamos a meterlo por la puerta.

-No fue mi intención meterme debajo del piano, Pedro.

-Es inútil. El piano es más ancho que la puerta.

-¿Cómo que más ancho?

-No puede pasar.

-¡Inútil! Tendré que empujarlo con todo mi peso.

-Pedro, tú eres muy pesado.

El piano atraviesa la habitación donde duerme Wilma (Susana Díaz), como si fuera el comité federal del PSOE:

-Pedro, debo de estar soñando. Un piano acaba de pasar.

-¿Un piano? Ja, ja, ja… Es solamente la manifestación de tu subconsciente luchando con tu consciente, lo cual es a su vez una posible frustración musical de tu infancia ayudada por los pepinos que cenaste esta noche.

Pedro se levanta raudo y veloz:

-¿Qué haces ahí, renacuajo?

-Me acaba de pasar por encima un piano.

-¿Hacia dónde se fue?

El instrumento salió disparado y desapareció por el horizonte.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se desenmascararon ante los ciudadanos en la cabalgata del carnaval. Tras la elección del rey, el candidato alteró el orden y sacó a bailar en primer lugar a Ana Oramas, de CC. Luego entró Pedro Quevedo (NC). Iban con el paso cambiado, a ritmo de murga y comparsa. Después del coso, el entierro de la sardina.