tribuna

¿Qué hacer ante un ataque terrorista?

Francia, tras sufrir el último ataque terrorista, difundió entre la población unos folletos en los que daba unas recomendaciones de protección que básicamente se resumen en tres verbos: escapar, esconderse y alertar. En la huida, si es posible, ayudar a los otros a abandonar las zonas de peligro, a no exponerse y a alertar a la gente alrededor y disuadirles de aproximarse al peligro. Si no podemos huir, debemos encerrarnos y atrincherarnos, cobijarnos tras un obstáculo sólido: un muro o un pilar, apagar la luz y poner el teléfono en silencio y sin vibración, posteriormente, llamar al 112. Ante la llegada de los servicios de emergencia, no correr inmediatamente a su encuentro ni hacer gestos bruscos, elevar las manos con las palmas abiertas. El panfleto también quiere romper con la creencia popular de que ante estas situaciones hay que tirarse al suelo fingiendo estar muertos.

Es evidente que enseñarnos a anticiparnos, prepararnos y protegernos activamente es indispensable y necesario. La cuestión es sencilla, somos demasiado vulnerables, y lo somos porque no estamos preparados, negamos el riesgo, eso es para otros, y como tales: para qué capacitarnos, equiparnos u organizarnos para mitigarlo, si esto no nos va a pasar a nosotros, ¿verdad? Es por eso que somos vulnerables y, por tanto, vamos a sufrir consecuencias más graves cuando se convierte en un hecho real.

Un ataque terrorista conlleva una preparación previa, frustrar sus intenciones es importante. Unas medidas de seguridad visibles, una población atenta al entorno que conoce. Nadie como usted sabe qué ocurre en su territorio diario, qué es normal y qué nos resulta anómalo.

Contra un ataque con armas de fuego, nuestra protección a título personal pasa por el simple hecho de ponernos a salvo, intentando escapar si podemos hacerlo, y esto por la ruta más segura, lo cual supone que antes tengamos la costumbre de analizar previamente las salidas del lugar en el que nos encontremos, pero no solamente las puertas, también existen otras formas de escapar, busquémoslas antes de que ocurra un suceso imaginando una situación de este tipo, considerando las opciones más seguras. No nos entretengamos en recoger nuestras pertenencias, no hay tiempo, las oportunidades a veces solo ocurren una vez en segundos.

Si no es posible escapar, nuestra mejor opción es escondernos, y hacerlo en un lugar donde estemos protegidos de los disparos, no cualquier protección vale porque estamos viendo cómo es habitual la utilización de armas de guerra por parte de los terroristas; son armas muy potentes con una capacidad de penetración espectacular, solo un parapeto sólido puede hacerle frente, por lo tanto, se trata de no ser visible y de buscar una protección resistente: no de cristal, ladrillo, madera o metal. Aléjate de las puertas. Informar a los servicios de emergencia, dando todos los datos posibles que sepamos, incluso sobre los sospechosos: cuántos son, dónde están, sus descripciones, heridos que hay, etc.

Tal vez la actuación más sensata no sea la de dar esa información mediante una llamada porque lo recomendable es guardar el máximo de silencio para pasar desapercibido, hasta que pase el peligro, por lo tanto, una idea podría ser usar las app disponible para casos de emergencia, hay muchas. Sin embargo, nombraré algunas y te invito a que por ti descubras para qué sirven, lo cierto es que alguna te sorprenderá, son: SafetyGPS, Help Me – SOS Internacional, SOS Emergencias, TrackNest, My112, SOS 112, iRescue, Mobile Emergency Call –MEC, ICE, SOS First Aid, Avisar a, Primeros Auxilios Fáciles, también las nuestras: Fress (Free Emergency Services) y Sistema Online de Mensajería Urgente (SOMU), y por último AlertCops, que es la aplicación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o, cómo no, el WhatsApp usado en casi todas las situaciones de emergencias; contactando con familiares/amigos y explicándoles la situación, siendo estos últimos los que avisan a los servicios de emergencias.