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San Valentín

1. Yo no soy especialmente aficionado a celebrar San Valentín y en esta ocasión con mucho menos motivo, por razones muy tristes que mis lectores y yo conocemos. Hay una frase de Rilke, que leí en mis tiempos en que lo leía todo, que dice que “el amor consiste en dos soledades que se protegen, limitan y procuran hacerse mutuamente felices”. En este mundo deshumanizado y cruel, es sano que exista un día dedicado al amor. Yo de San Valentín sólo sé lo que vi en aquella película El día de los enamorados, que han emitido estos días en uno de los canales de Movistar. En la cinta, George Rigaud hacía de San Valentín, un hombre bueno que venía del Cielo a solucionar las pequeñas rencillas de las parejas de enamorados, aquí en la Tierra. Por cierto que en el papel de Luisa actuaba una actriz de la que yo estaba enamorado, de niño: María Mahor, ya fallecida. Mi habitación siempre estuvo decorada con fotos de ella en blanco y negro. Era una belleza. La película estaba dirigida por Fernando Palacios y fue estrenada en los cines de Madrid en 1959, con un enorme éxito.

2. Lo de “amar significa no tener que decir nunca lo siento” no es original de una película, cuyo título no recuerdo, sino de un novelista norteamericano, Erich Segal. Todo el mundo ha escrito sobre el amor y el desamor, no es sólo un recurso literario, sobre todo de los poetas o de los que hacemos prosa poética. Todos los que cantan han cantado al amor. El bolero es desamor; la balada es amor; la ópera es amor tortuoso, que termina muchas veces con la muerte. El amor del día de San Valentín es un amor de comercio y de cena en un lugar por encima de las posibilidades de los comensales, que tiran la casa por la ventana y luego lo están pagando todo el mes. Es decir, es un amor fardón.

3. Hay un viejo aforismo que dice que “te amo no sólo por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo”. No me digan que no es letra de bolero. Doy mi palabra de honor que no he ido al libo de citas, porque lo tengo en el Puerto y ahora escribo desde Santa Cruz. Pero hay frases que no se te olvidan y que compruebas en la Internet, como he hecho yo ahora. San Valentín es buen día -como otro cualquiera- para amar. Ánimo.

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