La gripe ha tardado más de lo habitual este año en llegar al Archipiélago, pero lo ha hecho con especial virulencia, especialmente en las últimas dos semanas. De hecho, según confirmaron ayer a este periódico desde la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, se han registrado ya cinco fallecimientos por complicaciones asociadas al virus, que además mantiene a otras 53 personas hospitalizadas. Las mismas fuentes de la Consejería de Sanidad señalaron que ninguno de los afectados estaba vacunado, a pesar de que en la mayor parte de los casos se trataba de pacientes con patologías crónicas de base, por lo que se encontraban entre los grupos de riesgo a los que se recomienda la profilaxis.
En este sentido, desde la Consejería autonómica recordaron la importancia de la vacunación, sobre todo para aquellas personas a los que la gripe puede conllevar más riesgos, como son las que presentan algún tipo de enfermedad previa. Paradójicamente, se da la circunstancia de que esta temporada la cobertura de vacunación ha aumentado en las Islas casi un 13% respecto al año pasado, ya que hasta el pasado 31 de diciembre se habían inoculado 187.000 dosis de vacuna. “El problema radica en que probablemente hay muchos pacientes incluidos en los grupos de riesgo que no se han vacunado, aunque estamos en unas cifras similares a las de temporadas anteriores, en cuanto a número de fallecidos y hospitalizaciones”, expone Lucas González, epidemiólogo responsable de la Red de Médicos Centinela de la Dirección General de Salud Pública. Según relata al DIARIO, “hasta hace apenas tres o cuatro semanas nos encontrábamos por debajo del umbral epidémico, que se sitúa esta campaña en torno a los 150 casos por cada 100.000 habitantes; sin embargo, a partir de ahí la tasa se ha disparado, y en estos momentos nos encontramos en plena onda epidémica, por encima de los 255 casos por cada 100.000 habitantes”.
Respecto a los casos más graves de los que Sanidad tiene información (la gripe es una enfermedad de declaración obligatoria), Lucas González deja claro que “la vacuna no ayuda a que haya menos gripe, pero sí es fundamental para proteger a los grupos de riesgo”. No en vano, el epidemiólogo de Salud Pública afirma que quizá alguna de las muertes que se han producido y que están asociadas al virus “podían haberse evitado si la persona hubiera estado vacunada”. Por ello, González insiste en que, a pesar de que oficialmente la campaña de vacunación finalizó el 31 de diciembre, todavía se pueden vacunar aquellas personas que pertenezcan a colectivos de riesgo, como las personas mayores, cardiópatas o mujeres embarazadas, entre otros. “La vacuna tarda unas dos semanas en hacer efecto, por lo que es básico que estas personas acudan ya a vacunarse, porque todavía nos quedan entre 4 y 8 semanas más de epidemia, en las que es posible que haya más afectados y continúe subiendo la tasa de casos”.
El responsable de la Red Centinela del Archipiélago, que está compuesta por una veintena de médicos repartidos por las distintas zonas de salud de las Islas, hace hincapié en la necesidad de vacunarse, como la “única medida preventiva” que puede evitar complicaciones derivadas de la gripe. Esta no dará tregua a Canarias en los dos próximos meses, y es necesario estar preparados.