acabo de llegar

Garachico: Centenario de título de Villa

El día 26 de octubre está casi a la vuelta de la esquina y, como no es un día cualquiera para la Villa y Puerto, vuelvo atrás la mirada con la esperanza de no quedar convertido en estatua de sal, como le ocurrió un día a la mujer de Lot. Con fecha 26 de octubre de 1916 se extendió a favor de Garachico, de manera definitiva, una comunicación oficial en la que se le concedía el título de Villa. Quiere esto decir que estamos muy cerca de celebrar el primer centenario de tal efeméride, aunque radique mucho más atrás en el tiempo, la primera concesión. Una concesión que no pudo hacerse oficial porque, a la hora de convertirla en efectiva, se puso de manifiesto que las arcas del Consistorio estaban vacías y no fue posible hacer frente a la cantidad que habría de abonarse como compensación a la gracia que nos llegaba desde el ministerio correspondiente y con la firma del Rey.

La anécdota que acabo de contar ha de situarse en 1814, según unos, o en 1815, según otros. Es igual. Lo cierto, lo lamentablemente cierto es que no se pudo conseguir el mentado título. En realidad la gracia fue concedida con fecha 27 de mayo de 1828; o sea, catorce años después de haber sido solicitada oficialmente. También entonces quedaba Madrid muy lejos. Y, como el dinero es el dinero y es cierto aquello de tanto tienes, tanto vales… dejo en el olvido el primer intento para ocuparme, siquiera superficialmente, del segundo, del que se avecina para fecha cercana. De él espero una celebración jubilosa para que nadie eche en olvido aquello que siempre debería estar en lo más grato de los recuerdos.

Y les cuento ahora lo siguiente:

El 30 de enero de 1916 leyó don Abelardo Nóbrega, secretario del Ayuntamiento que, con carácter accidental, presidía don José Soler Torregrosa, un largo escrito que se enviaba a Madrid y en el que, entre otras muchas cosas que ahora margino, se decía: “… de las noticias recibidas allá por los años de 1828 fue agraciado este pueblo por el Gobierno de S.M. con el título de Villa, que tan legítimamente le correspondía por su Historia y por el acendrado amor a España y a sus instituciones”.

Añadía el escrito del secretario municipal que, “… a causa de ciertos entorpecimientos surgidos entonces debidos a extrañas rivalidades, no se había conseguido el fin previsto, por lo que el Consistorio ve hoy necesario retroceder a épocas muy lejanas para hacer valer los derechos que nos asisten para reproducir nuestra súplica”.

Se hacía luego una larga, casi interminable lista de merecimientos locales desde la fundación del lugar hasta la fecha del escrito. Y se añadía luego que, en atención a lo expuesto por la Presidencia y a lo que quedaba explicado, se suplicaba que se diera por presentado el escrito, y se concediera la justa gracia y se dignara expedir el consiguiente Real Decreto, “concediendo a este pueblo el título de Villa de San Roque de Garachico y, a su vez, el uso del escudo de armas que le es propio, a cuyo efecto acompañamos fotografía del mismo. – Puerto de Garachico, enero 30 de 1916”. O sea, que nueve meses después, como si se tratara del tiempo que ha de transcurrir para la gestación de un ser humano, concretamente el día 27 de octubre, celebró el Ayuntamiento garachiquense una sesión extraordinaria para que los componentes del pleno pudieran alegrarse al conocer la gratísima noticia que les daba don José Soler Torregrosa, todavía alcalde accidental. Por fin tenía Garachico el título de Villa, aunque no figurara (explicaré otro día los motivos) el nombre de San Roque en la denominación del municipio norteño.

Paso por alto otros detalles para detenerme en una fecha más reciente: el 26 de octubre de 1991. El entonces alcalde, Juan Manuel de León Martín, había encargado al artista local Pascual González Regalado un pequeño monumento para celebrar el 75 aniversario de la efeméride que venimos estudiando. Y nos llega ahora, casi sin avisar, la fecha precisa para celebrar el centenario. Debo decir que estos días hemos hablado del asunto Pascual y yo, que no tenemos arte ni parte en las decisiones que se habrán de tomar en su día. Hemos hablado como de un tema más, de los muchos que solemos tocar cualquier día y muchas veces sin venir a cuento. A los dos nos gustaría ver inaugurado otro monumento parecido al del 75 aniversario y en el mismo lugar de entonces. Esperamos llegar a tiempo para ver la celebración pertinente.