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Trabajadores humanitarios denuncian violaciones a menores de edad en ‘la jungla’ de Calais

Varios voluntarios que trabajan en servicios médicos en la conocida como ‘la jungla’ de Calais, en el norte de Francia, han denunciado supuestas violaciones cometidas contra adolescentes, en medio de una seria preocupación en torno a la falta de medidas de protección a los menores de edad en el campamento de refugiados.

Voluntarios médicos que están ayudando a los refugiados ubicados en este campamento han asegurado al diario británico ‘The Independent’ que en los últimos seis meses han tratado a siete adolescentes, todos varones, de entre 14 y 16 años, que denunciaron haber sido violados. Todos ellos tenían, según los sanitarios, lesiones acordes a sus denuncias.

En cuatro casos los jóvenes necesitaban cirugía. Sin embargo, sólo uno llegó a ingresar en el hospital, ya que los otros se negaron a recibir tratamiento por miedo a las repercusiones o por vergüenza. ‘The Indpendent’ ha contactado con un médico registrado en el Consejo General Médico a quien los voluntarios informaron de estos incidentes, y ha confirmado tener conocimiento de estos casos.

Por su parte, la oficial europea de Policía Europol ha expresado su preocupación ante el riesgo de que los miles de niños refugiados que viajan sin acompañamiento por todo el continente se conviertan en víctimas de explotación sexual. Precisamente Europol estimó a principios de año que, en cifras conservadoras, unos 10.000 niños refugiados habrían desaparecido nada más llegar a Europa.

Los voluntarios en el campamento de Calais han denunciado también la falta de procedimientos a la hora de denunciar casos graves de abuso sexual y sostienen que la negativa del Gobierno galo a clasificar el campamento como una crisis humanitaria está provocando importantes problemas de protección a menores.

“Si llevara a uno de estos chavales a la Policía y les dijera ‘Soy uno de los médicos y sé que este niño ha sido víctima de abusos sexuales’, podría garantizarles que se encogerían de hombros y seguirían su conversación”, ha lamentado uno de los voluntarios.

“Tengo tres niños y esto es horrible”, ha añadido. “Estos niños pudieron dejar sus hogares y sus padres pensaron que estarían a salvo y que iban a tener una vida mejor al huir de la violencia, y acaban siendo violados a los 14 años en un campamento de refugiados. Que esté pasando en Europa lo hace aún más inaceptable”, ha criticado.

Los voluntarios han indicado que han trasladado estas denuncias a Médicos Sin Fronteras (MSF), la mayor organización médica que opera dentro del campamento. Las agencias humanitarias han estado generalmente ausentes en ‘la jungla’ de Calais, por lo que han sido los voluntarios los encargados de llenar ese vacío.

La agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, tiene el cometido de cuidar en los campamentos de refugiados pero sólo si se declara una crisis humanitaria o si le invitan a hacerlo desde las autoridades locales. Pero desde el desmantelamiento de la mitad sur del campamento –en la que se incluye el centro para mujeres y niños–, que comenzó el pasado 29 de febrero, la dura situación de los niños sin acompañamiento ha alcanzado un punto crítico.

MEDIO MILLAR DE NIÑOS
La preocupación en torno a esta situación ha crecido significativamente y la falta de asistencia alternativa a los niños sin acompañamiento –unos 500, según las estimaciones– los deja en grave riesgo de convertirse en víctimas de las bandas criminales. En numerosos casos, de hecho, estos jóvenes han viajado desde sus países de origen de la mano de los propios traficantes.

Un portavoz de Save the Children ha reconocido que se han llevado a cabo abusos sexuales contra niños en Calais, un problema que, ha denunciado, se está generalizando en España. En este sentido, ha pedido al Gobierno británico que facilite la entrada al país de niños con solicitud legítima de asilo.

“Sabemos que los niños no acompañados, unos 400 en el campamento y decenas de miles en todo el continente, son los más vulnerables de entre todos los vulnerables. Han viajado cientos de kilómetros sin protección, ni de adultos ni de sus familias”, ha denunciado.

“Se enfrentan a la explotación de diferentes formas, entre ellas la sexual, a menudo a manos de bandas criminales. Save the Children ya lo ha visto en Italia, en Grecia y, desafortunadamente, también en Calais”, ha añadido. “Muchos de los niños que están en Calais tienen familia en Reino Unido y el derecho a recibir asilo allí, pero el proceso es muy complejo y puede llevar años”, ha lamentado.

“Mientras, están viviendo en una situación muy peligrosa, cuando en su lugar podrían estar, a salvo, con sus familias en suelo británico”, ha añadido.

Por su parte, un portavoz de Europol ha indicado que la organización había dado a conocer la cifra de los 10.000 niños desaparecidos en todo el continente para “aumentar la conciencia en torno a la vulnerabilidad de los menores no acompañados que viajan en los flujos migratorios”.

MSF no ha podido confirmar haber recibido las denuncias de abusos sexuales contra menores, según ‘The Independent’, pero el diario recoge las críticas de los voluntarios que creen que se está operando un comercio sexual dentro del campamento, pero que los intentos por distribuir alarmas de violación eran inútiles porque “nadie las va a escuchar”.