Entre las miles de personas que se acercaban a la Plaza intentando entrar, se encontraba el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, que volvía de dar misa en la Iglesia de Montserrat. «Es extraordinario», ha señalado
Benedicto XVI ha pedido en el tradicional ángelus de Año Nuevo para que «brote por todas partes la justicia y la paz» y «cesen las guerras, las divisiones y las enemistades entre los hombres», en el día en que la Iglesia celebra la 45 Jornada Mundial de la Paz