
Alexánder López: “Dejé las flores por las cabras y hoy me siento afortunado”
Ahí arriba, rodeado de naturaleza virgen donde el viento es un compañero inseparable, solo tiene tiempo para vigilar su rebaño y hacer quesos. “Llevo móvil, más por si pasa algo que por entretenimiento, aunque apenas hay cobertura”, y la única compañía es “la de mi perra Oris y mi vara”